Recientes estudios realizados por científicos norteamericanos indican la virtud de nuestras mascotas de aliviar el estrés, tan solo con jugar con ellas y darle amor. Las conclusiones han sido favorables a esta teoría: las mascotas calman los nervios.
Y los mejores para tal fin parecen ser los perros, cuya sola presencia da seguridad (y no es para menos: los nobles animalitos son fantásticos a la hora de demostrar cariño y hacer compañía). Y si la investigación no resulta demasiado creíble, pregúntale a cualquiera que sea dueño de un perro o un gato y empezará a contarte sus anécdotas como si hablara de hijos o nietos.
Esto no es casual, ya que las mascotas son testigos de nuestros estados espirituales más privados, momentos que suelen captar muchas veces a través de una mirada o un gesto. Y el solo hecho de verlos jugar o tenerlos tranquilamente durmiendo en las cercanías, resulta una imagen de verdad reconfortante.
Así que ya sabes… si quieres mejorar tu calidad de vida consíguete una simpática mascota y olvida el estrés jugando libremente con ella y brindándole todo el amor que se merece a cambio.