-Practicar una actividad física regularmente: caminata, trote, bicicleta, natación.
-Evitar ropas que comprimen las venas a la altura de las piernas o los muslos.
-Utilizar zapatos y medias cómodos.
-Elevar el pie de la cama con una cuña de cinco a seis centímetros para facilitar el retorno venoso de la sangre al corazón.
-Terminar la ducha diaria por una aplicación de agua fría, subiendo de los pies hacia los muslos.
-Mover las puntas de los pies y elevar los talones o hacer ejercicios durante los viajes largos.
-Caminar sobre la punta de los pies diez minutos por día.
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