Llamo así a toda persona que vive una tragedia pero tienen una capacidad asombrosa de abstraerse de la realidad.
Por: Francisco Parada Walsh*
Son millones de salvadoreños que, unos estando conscientes de la realidad que sufre El Salvador prefieren dar la espalda a tales problemas y seguir su vida como si nada pasara o pasará; este grupo no está exento a un sector profesional enorme como lo es el gremio médico que, a pesar de la gravedad de la situación, le suben el volumen a la indolencia. Me apena pertenecer a un conglomerado médico y ser apenas un espectador abstraído de lo que vivimos; no, quizá algunos colegas piensen en que son intocables, que nada de lo que sucede en este país les afectará, no, pareciera que se vive en una burbuja donde ser X o Y lo exime del dolor de parto que empieza a sufrir este país.
Abstraídos, para ella o él, la vida debe continuar, no hay tiempo para reflexionar en el futuro de sus hijos, pareciera que nada les afecta y así es ¡Nada les afecta! Y dejan la responsabilidad de cuidar a la patria a un puñado de patriotas como si ellos, tuvieran otra nacionalidad, pero me pregunto y estos abstraídos ¿En qué país viven? Viven en el Pinochini de América donde se desaparece a la gente, a jóvenes valiosos, donde hay fosas clandestinas que guardan lo mejor de un país: Los jóvenes.
Muchísimas personas que conozco, algunos fanáticos y ante la verdad de la vida que les restriega limón en su mente, siguen dando palos de ciego, creen en un país astral, en “La Tierra Prometida”. Día a día se entiende que no habrá un margen de tolerancia a la crítica sea constructiva o destructiva y así, decidí ser un crítico constructivo y ni mucho menos un ABSTRAIDO, no, pensé que debemos dejar un país entero a nuestros jóvenes y no una patria en porciones; El Salvador no es pollo frito para vender una pata, la pechuga, o la rabadilla; es una patria sufrida que merece un poco sino respeto, apenas, apenitas descanso; que por un momento se le deje de joder y somos los salvadoreños los responsables de cuidarla, aun con nuestra vida.
Tristemente la mayoría de salvadoreños viven en Abstraccion´s Land. donde poco importa abrir los ojos y todos los sentidos para conocer nuestra historia y vivir la realidad que tenemos a la vista: Ese duelo a muerte entre fanáticos y amantes del país, sin embargo es el abstraído quien no está en ningún bando; está en un bar, un estadio, en misa o en culto o trabajando y pensando solo en él; lo triste de esta historia que el sujeto en mención no está exento de la tragedia que vivimos y que día a día crece en dolor, en pobreza, en mentiras.
Me da tristeza ver esa vida tan ligera que vive ese salvadoreño abstraído, no, todo es una burbuja rosa donde existo pero no vivo; apenas leen siquiera un periódico nacional no digamos leer a periódicos cubanos, españoles, argentinos y muchísimos más; todo el poder que tiene el abstraído está en la palma de la mano, no hay más. Todos, cada salvadoreño que vive en esta tierra llorosa saldrá afectado o beneficiado de las luchas sociales que apenas empiezan, y es el abstraído que, creyendo en la inmortalidad del ego y del ser, recibirá su castigo por indolente y cobarde.
La patria es de todos y no de una pacotilla de malandrines y estamos llamados a cuidar y proteger este terruño, amarlo, servirle, y nunca darle la espalda y mucho menos las nalgas. Ya tal postura pareciera inherente al salvadoreño, y debe ser el pecho nuestro escudo ante el dolor que vivimos.
Si un lector perteneciente al personal de salud votó por el partido en el gobierno y hoy, 30 de Septiembre se da cuenta que su salario ya no será el mismo, que sus hijos quizá deban asistir a una escuela pública, que será despedido en Diciembre para aliviar la carga tributaria de un estado; tiene todo el derecho de recoger los frutos de una cosecha de indolencia, egos equivocados, ignorancia y sobre todo, un apátrida que no merece llamarse salvadoreño.
*Médico salvadoreño