El que usted realizó el 15 de septiembre de 2021, gracias por tan épica hazaña. Algo que nunca se había visto en toda nuestra historia como es unificar a izquierda y derecha, ricos y pobres, grandes y chicos, religiosos y ateos; quedará usted registrado como el único presidente del Pinochini de América que ha logrado algo que ni en sueños sus antecesores lograron ¡Qué hazaña! Que un pueblo pobre, patojo, choco, hambriento, cholco, pelón salga a las calles a marchar por una patria que cobije a todos, por un El Salvador fuerte, justo, solidario dice que las coordenadas de su gobierno no están en la senda correcta.
Por: Francisco Parada Walsh*
Se debe conocer la historia de nuestra historia, si, de esas guerras en que este país se ha devanado, son muchísimos levantamientos sociales que han sucedido en esta patria, y la causa siempre es la misma, las ganas de joder al pobre; solo que en esa manifestación era una sociedad la que marchó, algo nunca visto, nadie azuzaba colores partidarios, no, todos marchaban por una patria anhelada y en contra de sus medidas que han dado un tiro de gracia a la economía de este maltrecho país.
Solo en el siglo pasado hubo un levantamiento en 1932 donde los campesinos exigían la devolución de sus tierras ejidales, tierras de la que su canciller pide la irrisoria suma de un cuarto de billón de dólares ¡Solamente! En 1969 hubo una guerra con Honduras, por cosas del destino se le ocurre al presidente hondureño celebrar una fiesta patria en la isla Conejo, parece algo inadvertido pero en el fondo tiene un mensaje, que sus cuasi sabios asesores deben descifrar. En los ochenta pasamos matándonos, esa masacre duró doce años o más, y gracias a los acuerdos de paz, algo que usted deslegitima, usted llegó a la presidencia y yo a la vejez. De los noventa para acá, han sido las pandillas que han hincado a un pueblo y tristemente se descubre que todo lo que usted dijo sobre “Malditos, mil veces malditos” resultó mentira, usted hizo y mantiene un pacto con esos grupos terroristas.
Pero debe un pueblo darle la gracias, pues nunca El Salvador unió a su gente, a veces me incomodaba ese falso patriotismo religioso o deportivo donde un estadio colapsa y se canta un himno de mentiras, pero todo esto fue superado con creces y no dudo por un momento que en esa manifestación andaban padres, hermanos, hijos, amigos de policías y soldados, a esos que usted arma para matar a mi gente.
El karma eriza la piel, esto apenas empieza, lamentablemente a las únicas personas que no pudo cohesionar es a sus fanáticos, que confundidos y contrariados, no le encuentran rumbo al camino. Dice la señora Merkel: “Los presidentes no heredan problemas. Se supone que los conocen de antemano. Por eso se hace elegir para gobernar con el propósito de corregir esos problemas, culpar a los predecesores es una salida fácil y mediocre”: no puede pasar echando la culpa a otros de lo que no le parece, no, ya no por favor.
En una entrevista le preguntaron a Merkel por qué invertía tanto en educación y respondió: “Porque los ignorantes nos cuestan mucho dinero”. No es buscando culpables que se gobierna sino teniendo una visión de nación y respetando las leyes establecidas, esas, que poco le parecen importar.
Usted tiene las balas, nosotros la sangre y solo es cuestión de tiempo para que o recapacita y en tres años usted es otro presidente que llegó al fin de su mandato o sus manos se llenarán de sangre azul y blanco. Como dijo el hermano de su vicepresidente: “La sangre de mi padre no se derramó para otro dictador”; Eso es dignidad.
Lograr que una sociedad salga a las calles sin distingos de clase social o afiliación política sino la única consigna es el rechazo contundente a sus medidas populistas que tanto daño han costado a mi país, en dos años la economía se quebró, y falta el tiro de gracia al nacionalizar las pensiones donde viene otro problema serio donde los pensionados saldrán a la calle a luchar por su comida, serán cientos de miles los que se verán afectados y se debe entender que entre morir de hambre, tirado en una cama se prefiera morir siendo atravesado por un yatagán, mejor ser asesinado que morir en pausas.
Lamentablemente no pudo aglutinar a sus seguidores, siguen perdidos, totalmente perdidos. ¡Qué logro, Sr. Presidente! Se le recordará no como el presidente de la Paz, sino como “El Presidente que logró unir a todo un pueblo para marchar contra él”.
*Médico salvadoreño