Algunos creen que es muy difícil entender el alma de una mujer. Al respecto espacios digitales refieren puntos de vista que reflejan verdades, aunque con cierto matiz feminista, pero que están llenos de realidades: Mujer que piensa con la inteligencia del corazón, actúa por la emoción y vence por el amor.
Que vive un millón de emociones en un solo día y transmite cada una de ellas con una mirada. Que vive buscando la perfección y tratando de disculpar los errores de aquellos a quienes ama. Que hospeda en su vientre otras vidas, da a luz y se queda ciega ante la belleza de sus hijos. Que da alas y enseña a volar, pero no quiere ver partir a sus pájaros, aun sabiendo que ya no le pertenecen.
Que se arregla y perfuma la cama, aun cuando su amor ya no perciba esos detalles. Como una hechicera, transforma en luz y sonrisa los dolores de su alma. Y aún tiene fuerzas para dar consuelo a quienes se acercan a llorar sobre su hombro.
Feliz del hombre que siquiera tan solo por un día sepa entender el alma de la mujer. Seguramente, después, será capaz de darle mayor felicidad.
