Presupuesto 2022 presenta fallas por unos $1,355 millones

Por Irma Cantizzano.

FUSADES advierte de subestimaciones, omisiones de gasto y una proyección demasiado optimista de los ingresos. Fitch ya alertó sobre el mismo tema. Además, de no lograr un acuerdo con el FMI, El Salvador deberá buscar financiamiento externo.

El Presupuesto General del Estado para 2022, que fue presentado el pasado 30 de septiembre ante la Asamblea Legislativa, presenta una serie de omisiones, subestimaciones y proyecciones demasiado optimistas de los ingresos, advierte la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).

Según un análisis, esta falta de congruencia en los datos implicaría que el proyecto de presupuesto presenta fallas que rondan los $1,355 millones. Y eso implicaría que el «déficit fiscal del sector público no financiero calculado a partir de los datos del Presupuesto 2022 es igual a $1,196.5 millones… (pero) cuando se corrige por las fallas del presupuesto, el déficit proyectado para 2022 sube a $1,730.8 millones» un 6 % del PIB, destaca el documento.

Una de las «fallas» que señala FUSADES es la sobreestimación de ingresos en por lo menos $299.8 millones.

Carolina Alas de Franco, analista del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación, explica que este año la parte de la recaudación tributaria proyectada se logró cumplir por el efecto rebote de la economía que incidió en un alza de las exportaciones; además, los estímulos de Estados Unidos influyeron en el crecimiento récord de las remesas.

«Siguen las mismas fallas del presupuesto anterior, porque en la proyección de recaudación tributaria ya no va a haber un rebote, va a ser más difícil de obtener (el crecimiento proyectado es de 12.9 %)», agrega la analista.

Sobre todo, tomando en cuenta que el comportamiento de la economía volverá a las tasas prepandémicas y, salvo algunas excepciones, como en 2011 (por una reforma tributaria) la recaudación nunca ha crecido a esas tasas. Por ejemplo, de 2010 al 2019 el crecimiento promedio de los ingresos tributarios brutos fue de 5.7 %.

Mayor financiamiento

En el proyecto de presupuesto para 2022 el financiamiento, aunque es menor al aprobado en 2021 que fue un año atípico sigue siendo alto. Además, incluye una emisión de títulos por $494.4 millones y no toma en cuenta la necesidad de contar al cierre del año con $800 millones para pagar el vencimiento de eurobonos el 24 de enero de 2023. Y si se tendrían que buscar afuera, implicaría pagar mayores tasas al 9.5% que pagó el país en la emisión de bonos de 2020.

«Ahí y estamos más complicados que antes, por las cuestiones económicas y políticas se rebajó la calificación y los mercados internacionales están pidiendo una prima mayor por el riesgo, todo eso hace que el financiamiento sea sumamente alto», explica Alas de Franco.

Si El Salvador saliera hoy a los mercados a buscar financiamiento tendría que pagar una tasa de por lo menos 12 %, ya que el EMBI del país es el tercero más alto de América Latina (10.10) y a ello se le suma la tasa del bono del tesoro de Estados Unidos para calcular.

«Se le complica al gobierno tener ese dinero y eso lo que muestra la necesidad de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le permita obtener esos recursos aliviar un poco la situación fiscal, pero eso implica la necesidad de un ordenamiento», detalla la analista.

Asimismo, otras de las «fallas» del proyecto de presupuesto son: subestimación de subsidios por $38 millones; subestimación de devoluciones de impuestos por $62.3 millones; y subestimación de pago de intereses de la deuda de corto plazo por $57.3 millones.

En este punto en el presupuesto, Hacienda ha proyectado el pago de intereses por $956.2 millones. Pero «en total, el servicio de la deuda a pagar en 2022 se proyecta en $1,537 millones; este monto es más elevado que el presupuesto del Ministerio de Educación y del Ministerio de Salud», señala el análisis de FUSADES.

Déficit fiscal

Según FUSADES, el déficit fiscal de 2022 será mayor al que refleja el Presupuesto que es de 4.2% y a la proyección oficial de 4.5 %; ya que, al tomar en cuenta la sobrestimación de los ingresos, subestimaciones y  omisiones, el déficit fiscal podría subir a 6 % del PIB.

Fuente: El Economista.

 

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