Por Irma Cantizzano / Leonel Ibarra.
La tasa llegó a 5.49 % en octubre según datos oficiales y es la segunda más alta de C.A. Alimentos y transporte encarecen la factura.
Los precios de los productos de la canasta básica siguen subiendo y están un 5.49 % más altos de como estaban en octubre del año pasado, señalan los datos de la Dirección Nacional de Estadística y Censos (DIGESTYC) reportados por el banco Central de Reserva (BCR).
Esta tasa es la más alta registrada en los últimos 10 años, ya que en octubre de 2011 el país tuvo una inflación de 5.44 %, influenciada fuertemente por los altos precios del crudo que rondaban los $100 el barril.
Posteriormente, El Salvador ha mostrado una tendencia estable en este indicador que ha rondado entre un 1 % y un 2 % anual.
Pero esta vez, la sombra de la inflación regresa y es además una de las tasas más altas del istmo, la segunda después de Nicaragua (esta nación registró 5.86 % a septiembre). Y aunque todo apunta a que los altos precios son una tendencia global, hay factores internos que también inciden en este comportamiento.
Para Danilo Pérez, director del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), en esta ocasión no solo es el la crisis de los contenedores y el precio del crudo el que está impactando los indicadores (el precio del barril de petróleo llegó a $81.93, similar a la cotización de 2014).
«El Salvador, al igual que todos los países de la región, es meramente importador de productos derivados del petróleo. ¿Entonces, por qué en el resto de países es menor la inflación, a pesar que, por ejemplo, Panamá y El Salvador tienen economías dolarizadas?», se cuestiona el analista. Y para Pérez la razón que puede estar afectando el tema inflacionario en el país más que al resto del istmo es el alto nivel de dependencia alimentaria, que llega aproximadamente al 63 %.
«Ya la FAO alertó que estamos con los precios más altos y la tendencia es que siga subiendo, el Índice Integrado de la Seguridad Alimentaria nos cataloga que entre el mes de marzo a mayo de 2022 estarán en riesgo de inseguridad alimentaria 900,000 personas en El Salvador», agrega.
Según los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), una de las mayores alzas se refleja en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, ya que el índice creció 1.66 % de septiembre a octubre, y en un año lo ha hecho en 6.07 %.
«Internamente, el problema tiene que ver con la matriz productiva que tiene El Salvador que no logra que haya una soberanía alimentaria y eso provoca que los precios en alimentos se estén disparando considerablemente», agrega.
Pero también en el rubro de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, el alza anual ha superado el 8 %. En el mismo nivel se encuentra el rubro de transporte que ha subido en un año 8.94 %.
Impacto
A escala global la presión inflacionaria es fuerte y en América Latina lo es aun más. El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que la tasa de inflación en el área latinoamericana podría superar el 9% al cierre del año, por la alta dependencia de las importaciones.
El Fondo también llamó a los bancos centrales para «actuar apropiadamente si el alza de precios se convierte en una amenaza a la recuperación económica».
En el caso salvadoreño, al estar la economía dolarizada el BCR no puede hacer política monetaria directa para ayudar a reducir o estabilizar los precios, pero algo habrá que hacer según el director del CDC.
«No nos podemos quedar con los brazos cruzados a decir que como está sucediendo en el ámbito internacional, es normal que pase en El Salvador. Se tienen que tomar medidas drásticas para frenar esta inflación porque ha golpeado el bolsillo de la población; y hay que recordar que pasamos de 2.2 millones de personas en nivel de pobreza, antes del covid-19, a 2.8 millones, de acuerdo al BID», agregó Pérez.
Fuente: El Economista.