LPG.
La organización señala que las cárceles del país se han caracterizado por exhibir hacinamiento, insalubridad y enfermedades.
«En El Salvador, como en muchos otros países, los derechos de las personas privadas de libertad han sido ignorados, ocultados y violados de manera continua y sistemática». De esa manera se refirió el director de Fespad, Saúl Baños, a la situación de las personas privadas de libertad en el país.
El profesional aseguró que las cárceles del país, lejos de cumplir con el fin preventivo de resocialización del delincuente, se han caracterizado por exhibir hacinamiento, promiscuidad, insalubridad, desnutrición y enfermedades.
«Cuando las autoridades del país anuncian que a todos o una cantidad considerable de internos se les encerrará en celdas oscuras, con el deliberado propósito de que no les entre ‘ni un rayo de sol’, donde permanecerán indefinidamente sin visitas familiares ni de ninguna otra índole, tales violaciones dejan de ser un grave incumplimiento de obligaciones legales para convertirse en afrentas a la dignidad humana que chocan con elementales principios jurídicos, morales y religiosos y se vuelven simple expresión de tiranía», cuestionó Baños.
Además, considera que se debe fortalecer el papel de los jueces y juezas de vigilancia penitenciaria y ejecución de la pena, para que estos actúen no solo como observadores de la aplicación de las penas impuestas, si no como garantes de la aplicación de los derechos de todas las personas privadas de libertad.
«Tal fortalecimiento debe comenzar por ellas y ellos mismos. Una manera de hacerlo sería la creación de una asociación de Jueces de Vigilancia y de Ejecución de la Pena, tanto con el fin de defender sus funciones, como la promoción del pleno respeto de la separación de poderes, los derechos de las personas privadas de libertad y la independencia judicial», señaló.
Fuente: LPG.