La Conferencia Episcopal de El Salvador pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa que se les dé la oportunidad a las Juntas de Agua para que expongan sus consideraciones u observaciones a la “Ley General de Recursos Hídricos”, ya que se les ha considerado como empresas privadas, sin diferenciar entre su función socio ambiental.
El arzobispo José Luis Escobar Alas dio lectura al comunicado de la Conferencia Episcopal, en el que hace el llamado a los legisladores.
Además, la Conferencia Episcopal de El Salvador pidió a la Asamblea Legislativa que ratifique las reformas constitucionales sobre el derecho humano al agua y a la alimentación adecuada.
La Conferencia Episcopal de El Salvador también hizo un llamado a las autoridades del país y a la comunidad internacional para que realicen las diligencias posibles para parar el proyecto minero Cerro Blanco, ubicado en Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en Guatemala, en un importante acuífero subterráneo entre el Río Ostúa y el municipio de Metapán, de El Salvador.
El Salvador es un país agua dependiente, sus principales ríos no nacen en su territorio, nacen en Honduras y Guatemala, el caso más importante es el río Lempa, que nace en la zona de Chiquimula, Guatemala. Se estima que existen 42 proyectos mineros que amenazan directamente las cuencas transfronterizas.
“Esta situación es una gran amenaza para El Salvador, que debe atenderse urgentemente y con máxima preocupación”, han manifestado los obispos de la Iglesia Católica.