Siempre he practicado algún deporte. Recorrí muchísimos gimnasios y apenas pude conocer el mundo de las pesas.
Por: Francisco Parada Walsh*
Aun, hasta hace un par de años, todas las mañanas nos reventábamos el alma y las fibras musculares con un amigo, campeón de físico culturismo.
En muchos gimnasios se lee: “No Pain, No Gain” y es ese dolor sabroso que siente el deportista lo que significa que está progresando en los pesos a levantar y todos los que un día hemos levantado pesas, sabemos que el dolor es inherente a tal deporte. Lo sucedido a Yuri, solo demuestra que si el mundo fuera un cuerpo humano, quizá El Pinochini de América fuera un mezquino en el trasero del mundo, o absceso que drena egoísmo, miseria, ofensa, envidia; que a un campeón mundial se le ofenda, se le critique, se le denigre solo demuestra que vivimos donde merecemos vivir, en un país que no es país.
Me alegra que Yuri haya mandado mucho a la chingada a unos diputados ignorantes como nunca por creer que un diploma es lo que merece un atleta que se ha preparado por meses, cumpliendo dietas exigentes y carísimas pues no son los atunes ni los macarrones los alimentos que un atleta de alto rendimiento consume sino que la proteína es vital y es cara en una sociedad que no es sociedad.
Lo de decir que es un desagradecido, que bla, bla, bla solo dice qué clase de sociedad somos. Cualquier país del mundo sentiría orgullo de tener un campeón mundial pero nosotros no, sentimos envidia, nos corroe el alma ver los resultados obtenidos y preferimos insultar que respetar; una medalla o un diploma no se comen, se necesita dinero para salir adelante en el diario vivir y nuevamente queda demostrada la miopía, el desprecio por lo bueno, el agravio al hombre triunfador; y quizá solo el odio, la ofensa y la envidia sean nuestros valores, ya no los considero anti valores, es eso lo nuestro.
Un rebaño que bala ofendiendo a un atleta de primer nivel solo por no aceptar un reconocimiento público que al parecer sería un diploma; Yuri no necesita diplomas, necesita respeto, algo que muchísimos de los diputados oficialistas no conocen, simples borregos que ni una tabla de multiplicar saben ¿Qué se puede esperar? ¡Nada y Todo! Nada pues de alguien con tan baja preparación académica y sobre todo la sumisión a que son sometidos no hay nada que esperar y si, podemos esperar que todas sus ideas, opiniones y ofensas sean la falta de argumentos cuando son barridos por los que saben.
Bien por Yuri, que demostró entereza, carácter y que no permitió que jugaran con su persona, y así debe ser; lástima por Yuri por nacer en un país con un divieso en el trasero que siempre está incomodo, siempre envidioso y no nos gusta ver éxitos en otros, no; la derrota y la ignorancia van de la mano y quizá si reflexionamos por un momento, todo lo sucedido en ese circo llamado asamblea legislativa y por los payasos, diputados que ni por cerca deberían estar ahí, es lo normal, lo malo nos gusta, lo bueno, lo detestamos. Ejemplo, Erlinda Handal, científica, está detenida en vez de estar haciendo ciencia, ¿Qué podemos esperar para un mortal? Ser lanzado al ruedo, a que el león lo devore y quizá, al final los devorados sean esa caterva de mente catos que caminan para adelante más por reflejo condicionado que por derecho propio.
Hay una foto que demuestra cómo pensamos los salvadoreños; la historia es que hay una olla donde unos cangrejos serán hervidos; los cangrejos alemanes, empiezan a darse las tenazas y poco a poco logran salir, los cangrejos salvadoreños hacen todo lo contrario, halan a los que intentan escapar, el objetivo es que prefieren ser hervidos a que alguien triunfe.
Claro ejemplo de lo que vivimos. Yuri, siga su camino, entrene, y no espere nada de una de las sociedades más enfermas del mundo, espere de usted, y dé lo mejor. Adelante campeón, mande siempre a la mierda a los que quieran sacar provecho de su éxito, ese éxito que sin dolor no existiera. No Pain, No Gain.
Médico salvadoreño