En Amor líquido, su autor Zygmund Bauman habla de cómo las nuevas formas del amor, acordes con la postmodernidad favorecen las relaciones egoístas carentes de compromiso en las que los involucrados buscan sacarle el mayor partido o dividendo emocional, físico e incluso económico al otro.
Por: Fabián Acosta Rico*
Hay una cosificación de la pareja; que condiciona la permanencia de la unión al cumplimiento de una serie de demandas o exigencias: sí la persona no me satisface tan sencillo como remplazarla: al fin que hay “muchos peces en el mar” de las redes sociales.
Este narcicismo egocéntrico tiene como credo la idea de que no hay nadie más importante que uno mismo; esta autopercepción se nos presenta contaminada de un sentido de insolidaridad que previene, en todo momento, a no procurar un “nosotros” que implique un conectar filantrópica o altruistamente con los demás. Primero yo; después yo y al final yo…
Hay quien vaticina un futuro de sociedades colmenas globales exentas de un sentido de nación en el que quedarán abolidas las familias proscriptas por su obsolescencia respecto a una sociedad de consumo de bajos sueldos; a estas sociedades los futurólogos las imaginan conformadas por individuos solitarios sin vinculaciones emocionales perdurables y desleales a todo parentesco o sentido de pertenencia cultural, social, étnica…
El caso de una modelo brasileña, de nombre Cris Galéra, de 33 años, que divulgó en redes sociales el haberse casado consigo misma puede ser tomado como una nota jocosa muy ad hoc con los mandamientos del amor líquido de la postmodernidad; pero, qué tal si es en realidad una anticipación de lo que será una constante en un mañana no muy lejano; será este caso un primer atisbo de una epidemia de la llamada sologamia (el comprometerse matrimonial y amorosamente consigo mismo). La soledad amorosa es un padecimiento social que cobra auge en todo el mundo; por ejemplo en tierras niponas tenemos el reciente caso de un hombre de 35 años que se casó con el holograma de la artista pop virtual Akihijo Kondo.
En el extremo contrario al de Cris Galéra están los incels (término que deriva de las siglas en inglés de involuntary celibacy) un movimiento de internautas hombres y heterosexuales que odian a las mujeres por los desprecios que de ellas han recibido.
Nuestra modelo brasileña en aras de darse cierta fama con su excentricismo matrimonial subió a su cuenta de Instagram seis fotografías de ella ataviada con bello vestido blanco de novia y portando un ramo de flores con los que posó a las afueras de una iglesia de Sao Paulo. Por su numerito recibió cualquier cantidad de comentarios hubo quien la felicitara y otros menos indulgentes la criticaron. En su defensa la modelo esgrimió que lo suyo no era un asunto patológico, sino una celebración al amor propio con el que deseaba inspirar a otras mujeres a exaltar su autoestima.
¿Qué futuro le depara a las generaciones venideras? Uno en el que estén prendidos de una computadora comunicados con personas de los cinco continentes conversando o jugando en línea; pero, al fin encerrados en un cuarto sin tener un contacto físico real con nadie; no es difícil imaginar que seguirá a la sologamia, posiblemente el casarse de manera virtual y a la distancia con alguien a quien sólo se conozca por Internet. Bien dice el refrán: “amores de lejos…”
Es probable que nuestros hombres y mujeres del mañana estén acompañados por infinidad de usuarios a través de las nuevas tecnologías de la información; pero, al final estarán carentes de una familia, una comunidad, una nación… desmanteladas todas y cada una de ellas por una postmodernidad que nos enseñó a no procrear y ser felices con nosotros mismos sin comprometernos con nadie.
Al final nuestra modelo, tras 90 días de supuesto matrimonio consigo misma se divorció por haberse enamorado de alguien más y por tanto se puede decir que se fue infiel, en los términos de este experimento o aventura egocéntrica y narcisista.
La sologamia es todo un movimiento mundial cuyos seguidores defienden su postura afirmando que lo suyo no es egolatría, sino amor propio; un sí a la autoestima que ante la incapacidad de muchos de asumir un compromiso surge la necesidad de bastarse a sí mismo sin necesidad de entregarse a un amor romántico.
*Universidad Del Valle de Atemajac campus Guadalajara- México