Desmonumentar genocidas

El jueves 23 de diciembre, en una de sus últimas reuniones el Concejo Deliberante de Trelew (patagonia) tras una votación democrática resolvió derogar una ordenanza que estaba vigente desde 1911 y establecía que una de las calles céntricas de esa ciudad patagónica se llamase Julio A. Roca1.

Por: Marcelo Valko*

La nueva medida establece un plazo de 180 días para elegir el nuevo nombre. Como son público y notorio, tanto los concejales de Trelew como de cualquier otra ciudad Argentina no son invasores extranjeros o gente que odia al país y su historia sino ciudadanos elegidos para dicho cargo por sus vecinos y la votación no se realizó con una pistola apuntando a la cabeza sino en un clima democrático. De los diez ediles ocho votaron a favor, uno en contra y una abstención.

Tengamos en cuenta además, que muy pocos días antes de esa medida se produjo una extraordinaria movilización popular en toda la región que obligo al gobernador a vetar la ley de Zonificación Minera de la Meseta (léase megaminería) que los diputados provinciales habían sido aprobada entre gallos y medianoche. Son impresionantes las imágenes de las movilizaciones populares defendiendo el agua, un recurso escaso en todas partes y especialmente en patagonia. La lucha tiene sentido. En ese contexto, la Casa de Gobierno provincial y la Legislatura de Rawson terminaron incendiadas y la mayoría de las pintadas mencionaba la palabra “traidores” siendo además grafiteada la estatua del general Roca con un elocuente “genocida”.

A todo esto, el diario porteño Infobae el sábado navideño del 25 tergiversando la realidad como es su estilo tituló “Demagogia revisionista: una calle de Trelew dejó de llamarse Julio A. Roca”. En una muy extensa nota ya en sus primeros renglones comienza difamando a “uno de sus principales impulsores el historiador y ensayista Osvaldo Bayer (fallecido en 2018), que residía mayormente en Alemania”. Se trata de algo tan indigno como falso. Bayer siempre vivió en Argentina y debió exiliarse cuando la Triple A (un escuadrón de la muerte) le dio 48 horas para abandonar el país junto a su esposa y sus cuatro hijos. Como tantos miles de exiliados durante la dictadura buscó asilo en Europa, Bayer eligió Alemania donde tenía parientes, tengamos en cuenta que prácticamente se fueron con lo puesto. Regresó al país con el retorno democrático y viajaba de visita a Alemania donde sus hijos habían hecho su vida y fijado residencia, retornando siempre a la Argentina donde trabajó incansablemente por los DDHH como es tan simple comprobar. El diario entre tantas otras elucubraciones señala que Bayer acusaba al general “de haber asesinado a miles de aborígenes durante su campaña en la Patagonia” (Infobae 25/12/2021). Algo que a esta altura de los documentos probatorios no quedan dudas, como tampoco de haber reintroducido la esclavitud regalando originarios para todo servicio2.

Entre otros dislates, el medio señala que la medida del cambio de nombre de la calle “despertó controversias entre los vecinos frentistas por el “enorme perjuicio que esa iniciativa podría acarrear ya que implicará trámites burocráticos y económicos de toda índole que no estaban dispuestos a afrontar”. En principio es un comentario bastante triste como defensa del general genocida y sobre todo falso, ya que si catastro municipal cambia un nombre de la señalética urbana, nadie tiene que salir corriendo a cambiar la escritura de su casa para agregarle el nuevo nombre, ni tampoco va a dejar de recibir la boleta del teléfono. Recordemos que en la ciudad de Buenos Aires se cambió la muy céntrica calle Cangallo por Perón con una densidad de habitantes muy superior a la tranquila calle de Trelew y nadie dejo de recibir ninguna factura del gas o fue desesperado a una escribanía para cambiar la escritura de su comercio o casa. La misma nota también menciona con sarcasmo al “psicólogo e investigador en historia Marcelo Valko, socio de Bayer en esta campaña” y hace hincapié en la estatua ecuestre de Roca en Bariloche.

Hace muy poco escribí una nota resaltando que la intendencia de Bariloche vuelve a colocar el “arbolito navideño” sobre la estatua ecuestre de Roca tapando el vergonzante monumento. Y no es la primera vez, ahora hicieron un árbol blanco, pero ya habían hecho otras versiones en años anteriores. Todos los que conocemos el Centro Cívico, sabemos que en esa plaza seca hay espacio de sobra para poner el arbolito en distintos puntos sin necesidad de molestar al general. Resulta más que evidente que Roca se convirtió en un problema para las autoridades municipales que si bien no se animan a quitarlo de plano deciden esconderlo durante casi un mes o más durante las fiestas. Cada vez es más claro para todos que nada es más peligroso que una estatua en su aparente inmovilidad tal como planteo en la hipótesis de “Pedestales y Prontuarios”. Aunque sea de bronce, está herido de muerte y va a caer junto con la historia oficial, esa obra maestra de la oligarquía. Quienes merecen prontuarios no deben estar en altos pedestales. Encima existe un agravante, ya que se encuentra en la patagonia donde la geografía ancestral tras las campañas de exterminio, se convirtieron de la noche a la mañana en tierras fiscales para luego ser malvendidas por el Estado a particulares (muchos ingleses) sabiendo claramente que dichos espacios estaban en conflicto. Su estatua ecuestre tergiversa la historia, ofende la memoria, perturba a la sociedad al punto que terminan ocultándola dentro del árbol navideño.

Para finalizar recuerdo a los lectores que Infobae pertenece al empresario Daniel Hadad dueño de toda clase de multimedios desde donde nos están atacando en radios y canales de TV. Recordemos de paso, que tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis, en EEUU se desató un vendaval iconoclasta que tumbó entre otros al general confederado Robert Lee como símbolo del racismo. Infobae si bien critico el vandalismo aceptó que se trataban de estatuas controversiales que en última instancia apuntaban a la desunión. En el nuestro país sucede lo mismo, existen monumentos más que controversiales, pero claro, nosotros Bayer y “su socio” Valko somos de cabotaje y no del Primer Mundo. En fin… hay tanta tela para cortar como agua pasa debajo del puente de la historia. Esta nota también podría llamarse “Dime quien ladra y te diré perro de quien es…” Aunque sea de bronce, el general está herido de muerte y va a caer junto con la historia oficial. No cabe duda que es lento, pero viene… fue lento, pero Roca se va…

*http://marcelovalko.com.

1-Roca, militar y luego presidente, es la cara visible de la cruel campaña de exterminio contra los indígenas a fines del XIX. Su nombre ya ha sido reemplazado en más de 30 ciudades.

2- Ver Valko Marcelo: Pedagogía de la Desmemoria, Desmonumentar a Roca o Cazadores de Poder Apropiadores de indios y tierras.

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