Definición de Clase: La palabra Clase proviene del latín “classis”, según su etimología esto quiere decir que son grupos de personas que se encuentran en la clase llamada lugar físico y sala, que se encuentran dentro de un establecimiento educativo.
Por: Francisco Parada Walsh*
Hay tantas definiciones de clase sin embargo me referiré a esa palabra que ocupamos para señalar a una persona que tiene una combinación de cualidades que lo hacen diferente al resto de los mortales. No se puede definir con palabras ni tal actitud pertenece a un grupo social determinado.
Quizá sea la unión del respeto, del decoro, la fineza al trato, el fiel carácter y aun, no logro definir ¿Qué es clase? hace más de veinte años sufrí el segundo episodio de dengue, visité al mejor internista del país como era el Maestro Dr. Fernández, conocido por todos como “El Perico”, la secretaria preguntó por mi profesión y le dije que médico, pudiera decir cualquier profesión sin embargo no lo hago para evitar que me cobren, sino que no me mientan, pues todos los médicos sabemos que podemos ser como el mecánico, que una cosa sencilla la hacemos complicada ¡Verdad de Verdades! la consulta comenzó como si fuera André Rieu que comandaba a una bellísima orquesta, pude ver su delicadeza y acuciosidad, ese examen físico tan minucioso, el respeto al cuerpo y el diagnóstico acertado; cuando salí del consultorio y pregunté el costo de la consulta la secretaria me dijo que eran dos cientos colones, cancelé y mi sorpresa fue que a las dos de la tarde de ese mismo día recibo un telegrama donde decía: “Dr. Francisco Parada, favor pasar a recoger dinero que no debió cancelar, fue sencillamente un error de mi secretaria. Atentamente. Dr. Juan José Fernández”.
Me apersoné con una caja de donas para la secretaria y aun, yo no quería aceptar el dinero a lo que ella me dijo que si no lo tomaba, sería despedida. No es el despido la clase, sino cumplir el Juramento de Hipócrates ¡Eso es tener clase! Sin embargo conozco eminencias que son más silvestres y vulgares, y llego a la conclusión que la clase no se compra, mucho tienen que ver los padres de familia; ejemplo mi tata, que tras la puerta de su clínica tenía un desvencijado Juramento de Hipócrates y un día empiezo a leerlo y a preguntarle qué significaba todo eso, era un niño, menos de ocho años y él, cual Hitler ante una multitud, empezó a emocionarse explicándome paso a paso cada frase, y como la caperucita roja y el lobo feroz le volvía a preguntar: Y si ese doctor que decís que es tu hermano no tiene casa, ¿Qué vas a hacer? El lobo feroz disfrazado de mi tata, decía: Darle donde vivir; y volvía la caperucita a fastidiar: Y sino tiene comida, ¿Qué vas a hacer? Darle de comer a él y a su familia; y el fastidiar no terminaba y volvía al ataque: Y si pasan consulta con vos la familia de él, ¿Qué vas a hacer? El, tan serio como pocas veces lo vi me dijo que NO DEBIA COBRARLES UN CINCO; esos dos ejemplos anteriores es tener clase; que el dueño de la franquicia de la Pizza Hut le dé una palmada en el hombro a un empleado mientras almuerza y le diga “Buen provecho” ¡Eso es tener clase! responder un mensaje en el momento oportuno, es tener clase; no cobrar una consulta porque me ronca la gana, eso es tener clase; no hablo por mi sino por tantos buenos amigos y colegas que me reciben a los pacientes que refiero desde mi montaña y mi paciente viene con su problema resuelto y sin gastar un cinco ¡Eso es tener clase! Puedo ostentar un título de la nobleza y eso no es tener clase, puedo cargar un carretón de minutas y ser tan cachimbón que eso es tener clase.
¿Cuántas personas me han devuelto un billete de cincuenta dólares que por error lo entregué? Muchas, ¡Eso es tener clase! tengo un amigo que estando preparado para la primera marcha, la maldad del hombre decidió ponerle turno, y mi amigo, aparte de clase tiene los huevos más rayados que una cebra, entonces decidió ir al turno con una camiseta que decía: “No al Bitcoin”, ¡Eso es tener clase! Esa persona que reside en mi montaña y que me trae una gallina asada, ya lista para entrarle con los trinches por agradecimiento a una atención médica ¡Eso es tener clase! Escribo este artículo pues, existen las personas que, el ego los domina y no mueven un dedo por su prójimo, son demasiado astrales, importantes y no son más que sombras en el tiempo, eso es ¡No tener clase! Gracias a todos mis amigos, son pocos, pero son libros abiertos de quienes recibo las clases de cómo tener Clase.
*Médico salvadoreño
