Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Ofrecimientos del presente Gobierno, han sido sueños y prosperidad: sólo vemos descontrolada emigración y, la peligrosa amenazante dominación China, destruyendo la institucionalidad salvadoreña: todo, en el brevísimo lapso de dos años.
Con gran estafa, ha finalizado el sueño del Bitcoin. El crecimiento económico, que daría solidez a nuestros bonos soberanos, no puede ya sostenerlos: son los peores en el mundo. El control territorial, que aseguraría, por medio de la aplicación de la Ley, el imperio del Derecho, es hoy una estructura sin forma, permitiendo la estabilidad y expansión de las pandillas. Con patriótica preocupación, vemos a chinos desplazando a trabajadores salvadoreños y, aplicando la “Diplomacia de la deuda”, a las pesqueras chinas, apoderarse del patrimonio de los pescadores artesanales, depredando nuestra fauna marina.
Hasta el momento, no ha podido realizarse ninguna de las promesas del presente Gobierno: sí, la destrucción de la institucionalidad, el acercamiento a China y, nuestro alejamiento de Estados Unidos y de sus aliados.
El Salvador, no tiene medios para hacer frente a sus deudas externas y, cerradas las fuentes crediticias, pretende pagarlas con emisiones de bonos en Bitcoin, que drenará la liquidez nacional y sus tenedores, recibirán bonos sin respaldo, ni posibilidad de ser cobrados, lo cual allanará el camino, para más endeudamiento lesivo y, para cubrirlo, haremos concesiones geopolíticas, que lesionarán el territorio salvadoreño (DIOS TE SALVE PATRIA SAGRADA…).
Se ve en puerta, mayor acercamiento a China, sin que signifique alza para nuestra economía (exportaciones y estímulo, para nuestros productos agrícolas y manufacturados nacionales; por el contrario, nuestros principales mercados pueden contraerse y, mermar nuestras remesas, siempre en crecimiento, provenientes de Estados Unidos, pues no sabemos si es por aumento de nuestra emigración o, por él envió de ahorros, previendo un endurecimiento migratorio, lo que obliga a mantener las mejores relaciones con dicho país: por lo tanto puede asegurarse, que el Gobierno, conduce contra su población, la política exterior.
Llama la atención que entidades privadas extranjeras, relacionadas con el Bitcoin, anuncien la creación de leyes sobre dichos activos, siendo potestad y atribución del Gobierno, el anunciarlas, decretarlas y sancionarlas, por lo que cabe preguntar ¿Quién dirige las políticas económicas del país?, y ¿Con que objetivos?
El impulso de confrontación que ha marcado las dos últimas elecciones y, que dio el triunfo a Nuevas Ideas, aún se mantiene y, si no desaparece, será imposible cohesionar contra el Gobierno a la oposición o, a los descontentos, aunque el número de apoyos del oficialismo, sea cada vez menor.
Las ofertas de reformar las pensiones, para lograr un aumento substancial de las mismas, ha detenido las pretensiones del Gobierno de apoderarse de dichos fondos, para satisfacer su necesidad urgente de dinero. Los Sindicatos exigen un aumento y control de los fondos y si no se les satisface, es muy probable que veremos, en los primeros meses del año, huelgas por tal motivo.
El galopante deterioro de la economía, junto a la confusión administrativa por las disposiciones tributarias, o las futuras sanciones de Estados Unidos, causarán una reacción negativa, contra el Gobierno.
Por señalamientos de pastores evangélicos y sacerdotes católicos, a las acciones del gobierno, ya se plantea en el país, una futura persecución religiosa. Consideremos que sus señalamientos, no están inspirados en partidismos políticos opositores, sino en los efectos cotidianos, que causan las acciones del Gobierno.
Sólo la cohesión de los diferentes grupos de oposición, organizados en movimientos, podrá hacer frente al autoritarismo del Gobierno, pues los partidos políticos, deben operar dentro del Estado de Derecho, que ya no existe, no pudiendo haber elecciones libres, que destruyan el autoritarismo.