El aumento en los precios de los bienes y servicios sigue escalando y llegó a diciembre al 6.12 %. Economistas prevén que esta tendencia alcista continuará hasta el primer semestre del año.
Por Karla Alfaro
El costo de la vida de los salvadoreños fue más caro en 2021. El índice de precios al consumidor (IPC) subió 6.12 % al cierre del año pasado, según revela el último dato de la Dirección de Estadísticas y Censos (Digestyc), reportados por el Banco Central de Reserva.
Esta tasa es la más alta registrada en los últimos 20 años, desde cuando se dolarizó la economía salvadoreña.
Sin embargo, estadísticas del Banco Mundial (BM) muestran que la cifra es la mayor desde 1996, cuando el país alcanzó una inflación de 9.7 %.
Expertos salvadoreños estiman que la presión inflacionaria y la tendencia alcista continuará hasta el primer semestre de 2022, impulsada por los problemas en el tema de logística, tasas de interés y los precios de la energía.
Según el economista Luis Membreño, este 2022, la inflación podría llegar a niveles de 7 y 8 %. «La expectativa es que el proceso solo dure la primera mitad del año y luego tienda a reducirse (…) no es algo que se pueda asegurar a ciencia cierta porque puede ocurrir cualquier cosa, como problemas con la pandemia pero la expectativa en general es que se vaya desacelerando», dijo.
Solo en noviembre, los datos del IPC, reflejaban mayores alzas en transporte con 1.59 % en comparación a octubre y los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, con 1.57 %.
El año pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó cuatro fuentes de presión que podrían aumentar la inflación global a 4.8 % para 2021, estas eran: una demanda mundial mayor que la oferta, los problemas en las cadenas de suministro, los incrementos de los costos de transporte y el aumento de los precios de las materias primas.
«Por un lado es muy poco lo que se puede hacer porque somos tomadores de precios, tampoco tenemos una moneda nacional con la que se pueda actuar, por lo tanto estamos muy asociados a lo que ocurra en Estados Unidos», expuso Membreño.
A dos años del arranque de la pandemia de covid-19, el impacto económico de la crisis se sigue sintiendo incluso después que los países salieron de duros encierros y la demanda del consumidor se recuperó.
El economista Rafael Lemus afirma que los factores que han generado expansión de inflación persisten teniendo en cuenta que «Estados Unidos ya tomó la decisión de reducir la expansión de dinero y subir las tasas de interés, y que los temas de energía y logística no están cediendo como se pudiera esperar».
«Probablemente no subirá con la fuerza que ocurrió el año pasado, pero no ha cedido, por lo menos se va a sostener unos meses más esa presión de precios, yo diría que probablemente en el primer semestre va a persistir», explicó.
Más caros
En 2021, los salvadoreños tuvieron que destinar más dinero para sus alimentos. Productos como el tomate, aceite, huevos, tortillas y pan francés fueron algunos de los que más alzas experimentaron. Este 2022, uno de los productos que está siendo reportado con fuerte aumento en sus precios son los lácteos.
El índice de precios de los alimentos mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alcanzó en 2021 un promedio de 125.7 puntos, un 28.1 % más en comparación a 2020.
«Se dice que la inflación es el impuesto más duro contra los pobres (…) porque los pobres gastan todos sus escasos recursos económicos en alimentos y es donde normalmente pega más fuerte», manifestó Lemus.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), señala que el petróleo ha creado un efecto inflacionario fuerte en los fletes de transporte, pero también en la cadena de valor del plástico y otros productos.
«Para El Salvador, la transmisión se ha registrado en los precios del combustible, en el bunker, lo que ha provocado incrementos en los precios de la energía eléctrica, lo cual ha afectado a los consumidores e industriales», reza el informe de coyuntura económica de noviembre.
FUSADES estima que este 2022, la inflación será más alta que lo normal, por factores externos e internos, «lo cual implica un deterioro en el bienestar de la población», y se podrá mitigar solamente con la creación de más empleo y crecimiento, que es otro de los desafíos que enfrenta El Salvador.
En diciembre, el Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas (COLPROCE) llamó al Gobierno a tomar medidas para detener el alza en los precios de los alimentos, los que hasta noviembre pasado habían subido un 6.2 %, en relación al mismo periodo en 2020.
El vicepresidente del colegio, Alfonso Goitia expuso que el Gobierno podía revisar los factores que podrían modificarse para que no haya un impacto tan grande en los salvadoreños.
«Por ejemplo, a los bienes alimenticios básicos de alimentación se les podrían eliminar el IVA temporalmente y eso atenuaría la gravedad de la inflación. En el marco de los combustibles se pueden revisar los impuestos», indicó Goitia, para minimizar el impacto en los más pobres.
Fuente: La prensa gráfica