El otro sobra

A raíz de una tremenda nota de Ferrar Barber sobre una sorprendente denuncia donde se prueba que Suecia esterilizó “razas inferiores indeseables” hasta fines del siglo XX me interesa hacer algunos comentarios.

Por: Marcelo Valko*

Tal como explica Barber el “pionero” de la eugenesia sueca fue Herman Bernhard Lundborg primer director del Instituto para la Biología Racial de Uppsala fundado en 1922 que planteaba sencillamente que los nórdicos constituyen la raza superior y era imprescindible evitar cualquier el mestizaje con los Saami originarios de Laponia y ni que decir con gitanos o judíos y demás. El artículo menciona que el sueco no solo fue antecesor de las teorías que tendrían auge durante el nacionalsocialismo, sino también en la España franquista y menciona al psiquiatra y comandante militar Antonio Vallejo Nágera de quien me ocupe en mi último libro Esclavitud y Afrodescendientes editado hace unos meses que trata sobre la otra cara del genocidio americano. Creo que vale la pena recordar parte del prontuario del “sabio franquista” Vallejo Nágera ya que su nombre aún luce muy orando en una calle madrileña.

Vayamos por parte y rastremos algunas huellas en la historia. A comienzo del siglo XX el establishment español busca las causas del “declive biológico sufrido” que tras haber conquistado medio mundo quedaban reducidos a muy pocas posesiones territoriales sobre todo africanas. Tras el denominado “Desastre del 98”, la guerra con Estados Unidos fue el golpe de gracia y acabaron dilapidando casi todo. A la independencia de las colonias americanas se sumaba la perdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. “¿Qué nos ha pasado si éramos dueños de medio mundo?”. La inteligencia peninsular que sueña con los nobles caballeros del siglo XVII busca las causas en las ruinas de su gloria y las encuentra por un lado impensado: el debilitamiento racial, la respuesta es el regeneramiento. Precisamente en 1900 se publica Cultivo de la Especie Humana. Herencia y Educación de Enrique Madrazo cuyo título nos da una idea del peligroso contenido. Por ejemplo sobre los gitanos decía“

No os canséis, no lograréis modificarle, si le arrastráis forzosamente a la escuela se os escapará, sin que haya medio de retenerle. Como pájaro salvaje, teme al hombre y huye su presencia; igual que el lobo tira al monte y del monte ama la vida. De capacidad craneana reducida (…) ojos negros; sucios y desgreñados, holgazanes y traidores, falsos y ladrones”. Ese texto “científico” tuvo numerosas ediciones y fue el puntapié para crear un Instituto para la Promoción de la Raza Española suprimiendo la “anormalidad”.

Entretanto en Francia, el neurólogo Paul Broca que entre otras cosas descubrió que en la tercera circunvolución del cerebro reside el área del lenguaje, hoy conocida como área de Broca también a partir de la medición de cráneos y conjuntos neuronales llegó a la conclusión que la división de clases sociales se basaba en desigualdades biológicas, es decir que existen ricos (blancos) y pobres (negros, indígenas y asiáticos) debido a distingos raciales basados en diferencias de la anatomía cerebral. Lo increíble es que Broca “veía” tales marcadores biológicos, algo similar percibía en forma concreta Cesar Lombroso observando cerebros de anarquistas… Precisamente en 1876 Lombroso escribe el desopilante El hombre blanco y el hombre de color y poco después El hombre delincuente (1876), uno de los libros más influyentes del último cuarto del siglo XIX donde desarrolla la “teoría del delincuente nato y demuestra las causas fisiológicas y genéticas que predisponen al crimen”. Casi veinte años después publica Los Anarquistas donde cataloga dicha ideología como una aberración cerebral que los “hace locos o criminales y muchas veces ambas cosas”. Incluso afirma que un juez penal le suministró un dato contundente “No he visto todavía un anarquista que no sea imperfecto o jorobado, ni he visto ninguno cuya cara sea simétrica”. Y pese a que en Europa a principios del siglo XX susu doctrinas cayeron en desuso y fueron descartadas, aún hoy en día existen numerosos adeptos “de la portación de rostro” no solo en nuestro país.

Sin entrar en el enorme desquicio racista del nazismo para la depuración social que excedería este artículo, tales mitos pseudo científicos emergen cada tanto en brotes con menos prensa como en la España franquista por eso me interesa el siniestro Dr. Antonio Vallejo Nágera que tuvo el cargo de jefe de psiquiatría militar del dictador y escribió Eugenesia de la Hispanidad y regeneración de la raza en 1937 donde además de proponer “multiplicar los selectos y dejar que perezcan los débiles” postulaba que existía un “gen rojo” encontrando una relación entre el marxismo y las deficiencias mentales y por eso varias decenas de miles de niños de familias republicanas extraídos de un ambiente “amoral” fueron entregados a “gente de bien” occidental y católica para ser reducados en los valores de la hispanidad y así propiciar una regeneración racial. Baste señalar que Vallejo Nágera llegó a ser conocido como una encarnación de Josef Mengele que tuvo fieles seguidores en la península como los doctores Vicente Beato y Ramón Villariño que publicaron en Madrid en 1944 la Capacidad mental del negro editado por la Dirección General de Marruecos y Colonia del cual existe al menos una segunda edición de 1952. El libro supone demostrar la “inferioridad mental de los negros de la Guinea Ecuatorial Española” basándose en la “degeneración de la raza por las malas costumbres morales” que prueban “la inferioridad de las cualidades psíquicas del negro debida a un fenómeno natural” que si bien no explican dichos “sabios franquistas” como no se decidían entre degradación moral y lo genotípico hicieron una patética ensalada de ambas. Pero la idea final de estos avezados alumnos del Dr. Valejo Nágera era regresar a “la Hispanidad”. En realidad soñaban con desandar el túnel del tiempo…

Pero no solo esta gente soñaba tales disparates. No olvidemos un comentario que se filtró del general de división Francisco Beca Casanova un nostálgico del Caudillo hace un par de años cuando dijo “creo que me quedo corto fusilando a 26 millones de españoles”. Es decir, en su rustica brutalidad castrense a diferencia de la prolija higiene racial de Vallejo Nágera deberían ser algunos más por portación del “gen rojo”. Lo escribió en Whatsapp el 3 de diciembre de 2020. De pronto la historia parece ser la misma de siempre. Pero no es así. La historia avanza y nosotros estamos aquí. Es lento, pero viene…

*Autor de Pedestales y Prontuarios, Pedagogía de la Desmemoria, Esclavitud y Afrodescendientes ente otros. http://marcelovalko.com

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