El presidente argentino, Alberto Fernández, concluyó una exitosa gira por Rusia, China y Barbados, en la cual ratificó la necesidad de profundizar los vínculos multilaterales y avanzar en un rediseño de la arquitectura financiera internacional.
Gran repercusión generó en el país este recorrido con primera escala en Rusia, donde fue recibido por su par, Vladimir Putin, y desde allí dejó varios mensajes, entre ellos, uno que levantó ampollas dentro de la oposición y sobre todo en el expresidente Mauricio Macri.
Y es que el mandatario subrayó sin tapujos que ya era hora de que Argentina se liberara de la dependencia económica del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Estados Unidos y abriera el camino hacia otros lados.
En opinión del destacado politólogo Atilio Borón, Fernández respondió a una realidad de la necesidad de un margen de autonomía nacional, pues lamentablemente esta parte del mundo está muy condicionada por Estados Unidos desde hace dos siglos con la doctrina Monroe.
Borón declaró al canal C5N que para algunos «espíritus delicados», decir que Argentina debe liberarse de Estados Unidos pudo ser un hueso duro de tragar, pero lo que dijo es cierto y el hecho que la oposición critique es una buena señal, remarcó.
Los ojos también se posaron en la amplia visita a China del gobernante, que coincidió en el marco del medio siglo de las relaciones diplomáticas con ese país.
En el gigante asiático participó en la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno y sostuvo una fructífera reunión con Xi Jinping, en la cual suscribieron un memorando de entendimiento para canalizar la cooperación mediante la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, llamada a construir una megaplataforma internacional de intercambios con ganancias compartidas.
Además sellaron acuerdos en sectores como el desarrollo verde, la economía digital, espacio, innovación científico- técnica, educación, cultura, agricultura y medicina nuclear, así como el uso del sistema chino de navegación satelital BeiDu y pactaron profundizar la asociación estratégica integral entre ambos países, consolidar la confianza política y los intercambios a distintos niveles.
Fernández fue investido con el título de profesor Honoris Causa de la Universidad de Tsinghua, la más importante de China, que reconoció su lucha por impulsar la solidaridad, el multilateralismo y promover la paz y también estuvo en una reunión con las autoridades del Grupo Farmacéutico Nacional de China, ante quienes destacó el rol de esa nación en la provisión de vacunas antiCovid-19 Sinopharm para Argentina.
Precisamente, durante una conferencia de prensa que ofreció en su viaje, Fernández apuntó contra quienes, desde una visión bipolar, critican las negociaciones y los acuerdos alcanzados con China y Rusia y señaló que el mundo en el que Argentina debe vivir y desarrollarse es el de la multilateralidad.
Ese fue uno de los principales mensajes en el cual insistió en este recorrido: la necesidad de adoptar una visión multilateral de la geopolítica.
Como colofón a esta gira, en la que estuvo acompañado por varios miembros de su Gabinete, gobernadores, senadores y diputados, el presidente argentino también llegó a Barbados, donde la víspera participó de una reunión con la primera ministra, Mia Mottley.
Temas como fortalecer la relación estratégica entre América Latina y el Caribe, así como la cooperación ante los desafíos que impone el cambio climático, estuvieron en el encuentro, en el cual el mandatario argentino agradeció a Barbados y los demás países caribeños en la negociación que su país lleva adelante con el FMI.
En su rol de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuyo cargo asumió Argentina el mes pasado, Fernández encabezó además una reunión con representantes de Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía, países que integran la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO).
Su presencia en Barbados tuvo una gran significación simbólica. Esa nación se independizó del Reino Unido en 1968 y, desde noviembre de 2021, abandonó la monarquía y se transformó en la República Parlamentaria más joven del mundo.
Además, forma parte del Comité Especial de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas, que recomienda insistir con el diálogo como una forma de resolver los reclamos argentinos de soberanía sobre las Islas Malvinas, territorio usurpado por el Reino Unido, que desembocó en una guerra en 1982. (PL)
