El Motu proprio «Fidem servare» con el cual el Papa Francisco modifica el organigrama del antiguo Santo Oficio separando los responsables de las secciones Doctrinal y Disciplinaria.
El Cardenal Prefecto del Dicasterio tendrá, por tanto, dos adjuntos. El objetivo de la reforma es dar la debida importancia a la sección doctrinal y a su papel fundamental en la promoción de la fe, sin disminuir la actividad disciplinaria, después de décadas en las que se han empleado muchos esfuerzos y recursos humanos en el examen de los casos de abuso. De este modo, con su propio secretario, cada sección tendrá más fuerza y más autonomía.
Custodiar la fe
«Fidem servare», custodiar la fe, es el título del Motu proprio ya que -explica el Papa- ésta «es la tarea principal y el criterio final a seguir en la vida de la Iglesia».
«La Congregación para la Doctrina de la Fe se hace cargo de esta importante tarea, asumiendo tanto las competencias doctrinales como las disciplinarias», así como le han sido atribuidas por los Pontífices, en particular Pablo VI y Juan Pablo II.
Francisco, teniendo en cuenta la experiencia adquirida a lo largo de los años por la Congregación en sus diversos ámbitos de trabajo, para darle un enfoque más adecuado al cumplimiento de sus funciones; establece que el Dicasterio constará de dos secciones, «Doctrinal y Disciplinaria, cada una coordinada por un Secretario que asiste al Prefecto en el ámbito específico de su competencia, con la colaboración del Subsecretario y de los respectivos Jefes de Oficina».
Sección Doctrinal
La Sección Doctrinal «se ocupa de los asuntos relativos a la promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral». También promueve estudios destinados a incrementar la comprensión y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, para que su luz sea un criterio de comprensión del sentido de la existencia, sobre todo ante los interrogantes que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad». Asimismo examina los documentos que van a ser publicados por otros dicasterios, así como los escritos y opiniones «que parecen problemáticos para la recta fe, fomentando el diálogo con sus autores y proponiendo remedios adecuados».
A esta sección se le confía la tarea de estudiar las cuestiones relativas a los ordinariatos personales de los ex anglicanos y la gestión de la Oficina Matrimonial, que concierne al llamado «privilegium fidei» y examina la disolución de los matrimonios entre dos personas no bautizadas o entre un bautizado y un no bautizado.
Sección Disciplinaria
La Sección Disciplinaria se ocupa de los delitos reservados a la Congregación y tratados a través del «Supremo Tribunal Apostólico» aquí establecido.
La tarea de la sección es «preparar y elaborar los procedimientos previstos por las normas canónicas para que la Congregación, en sus diversas instancias (Prefecto, Secretario, Promotor de Justicia, Congreso, Sesión Ordinaria, Colegio para el examen de los recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una correcta administración de justicia».
Para ello, la Sección Disciplinaria «promueve iniciativas de formación adecuadas» ofrecidas a los obispos y a los juristas, «con el fin de favorecer una correcta comprensión y aplicación de las normas canónicas relativas a su ámbito de competencia».
Tomado de www.vaticannews.va