La palabra diálogo ha tomado nuevas dimensiones en Venezuela recientemente, a pesar de las tensiones mundiales.
Por: Roberto Morejón
El gobierno venezolano consulta con un abanico más amplio de actores políticos para reactivar pláticas, a las que serían invitadas, por primera vez, fuerzas sociales, económicas, religiosas y culturales.
De concretarse, el encuentro ganaría otra magnitud si se compara con el precedente en México, en el que intervinieron el gobierno bolivariano y sectores radicales de la oposición.
Como se sabe, las pláticas en México quedaron suspendidas en agosto de 2021 tras la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, colaborador del gobierno de Nicolás Maduro.
Ahora está abierto un nuevo escenario, matizado por la decisión de Washington de enviar a Caracas una delegación para abordar asuntos de energía, entre otros aspectos, según se informó.
La aproximación, sin que públicamente la administración de Joseph Biden renuncie a reconocer al autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, colocó en una situación inédita y permeada por los nervios a la oposición radical.
Todo ello ocurre cuando Venezuela exhibe una ligera reanimación económica, aunque aún incapaz de contrarrestar el impacto brutal de las sanciones estadounidenses.
No obstante, la industria petrolera repunta después de un declive a causa de las penalizaciones de Washington complementadas con las del Viejo Continente.
Por cierto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos exteriores Josep Borell, se reunió en Turquía con el canciller venezolano, Félix Plasencia, y ambos abordaron, entre otros temas, el comercio de petróleo, según fuentes de prensa.
De acuerdo con lo expresado por Plasencia, Venezuela demanda la supresión de las imposiciones para normalizar nexos con la Unión Europea.
A la luz de los pronunciamientos y contactos políticos en Venezuela así como los de ese país con Estados Unidos y Bruselas, aumentan las expectativas sobre si se logrará bajar las tensiones en torno a la Revolución Bolivariana.
Venezuela siempre ha estado dispuesta a conversar, pero atinadamente exige el fin del acoso internacional.
El hecho de mantenerse la paz interna en el país sudamericano alienta y favorece los pasos a dar por todos los actores para dirimir diferencias sobre la mesa de negociaciones.
Tomada de www.radiohc.cu
