“Los siempre sospechosos de todo”

Me conducía en un taxi desde el aeropuerto de San José, Costa Rica. Cuando por la radio escuche la advertencia que hacían al conductor del transporte: “en una esquina se encuentra un individuo borracho dirigiendo el tráfico”.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Otro conductor respondió: “debe ser un guanaco; hijo de la gran puta” en ese preciso momento recordé como lo hago en este artículo el poema de amor de Roque Dalton, en donde describe con maestría poética las identidades del salvadoreño.

El relato lo traigo a cuenta por la reciente aprobación por la Asamblea Legislativa del Régimen de excepción. En primer lugar, para hacer lo que se ha hecho no se necesitaba la aprobación de ningún régimen de excepción. Debido a que vivimos en un régimen de excepción desde que La Asamblea Legislativa le dio golpe de estado a la Corte Suprema de Justicia, el Ejecutivo controla todos los poderes, menos los facticos que continúan ejerciendo su omnímodo poder.

Ahora que las pandillas en un solo día mataron a más personas que las que están muriendo en Ucrania. Se devela que el famoso plan de control territorial se basa únicamente en las negociaciones entre el gobierno y las pandillas, que no existe tal control territorial por el gobierno, que los únicos que controlan el territorio son las pandillas, que la joya de la corona del régimen de la familia Bukele, es un fracaso absoluto. Mientras los contribuyentes hemos gastado millones y millones de dólares en algo que sólo existe en la mente del régimen.

Ahora, ¿porqué del régimen de excepción?, precisamente para levantar la imagen del presidente que, como en Hollywood, necesita hacer algo espectacular para el consumo de la población. Con el fin de que los comentarios entre los ciudadanos sean: este presidente sí que está haciendo cosas diferentes, nos trae comida y nos protege, esto es similar al “golpe” propinado por Will Smith al presentador de los premios Oscar, que cada vez muestra más señales de decadencia, como la perdida de audiencia, no sólo en el otorgamiento de la famosa estatuilla, sino a todo el cine que produce Hollywood, que se basa exclusivamente en violencia, en historias de superhéroes cada vez más devaluados, y otras historias en donde aflora la trivialidad y superficialidad. Un cine carente de arte y de creatividad, en donde se reciclan los temas una y otra vez.

El problema de las pandillas en El Salvador es el fracaso de un estado oligárquico que data de doscientos años, un estado más cruel y aberrante que el establecido por la corona española, en donde se hizo desaparecer a toda una cultura milenaria, en donde los antiguos pobladores fueron extrañados de su tierra, asesinados por el simple hecho de haber establecido su cultura hace más de mil quinientos años.

Recuerdo cuando el fallecido presidente de El Salvador Francisco Flores, tras una placa de pandilla. Establecía el “Plan Mano Dura”. Luego el presidente Antonio Saca establece el “Plan Super Mano Dura”. El presidente Funes establece la negociación entre pandillas, para reducir el “muerto metro”, luego el presidente Sánchez Cerén que se aparta del dialogo entre pandillas y reprime fuertemente a estas, hasta lograr bajar los índices de asesinatos.

Pero si esto se estableció hace diez y ocho años ¿por qué nada resultó? Precisamente porque en todo momento se ha conducido este fenómeno social desde el punto de vista eminentemente político, sin hacer un abordaje real del problema. El problema de las pandillas es estructural, mientras se siga tratando desde el punto de vista electorero, no habrá progreso alguno, los fenómenos históricos y sociales no se abordan con una barita mágica en donde surge el super héroe a ordenar las cosas.

Debemos tener conciencia que se están acumulando fuerzas que tarde o temprano pueden derivar en violencia, y en ese momento no bastaran de espectáculos políticos para resolver los acontecimientos que su pudieran suscitar, necesitamos urgentemente un dialogo que conduzcan a entendimientos, porque los tiempos políticos como que están concluyendo. Se observan en el horizonte señales claras de rupturas entre poderes, y la tormenta que se avecina será dura para todos, y nadie esté pensando que se librará de los efectos que están por ocurrir.

Los eventos que se han conocido de abusos han sido emblemáticos, como criminalizar a los niños por vivir en un barrio pobre y marginal, fustigar a las personas u organismos que defienden los Derechos Humanos. El siguiente es un caso ejemplarizante tomado del periódico Co Latino: “En redes sociales se comienza a ver una serie de denuncias de personas detenidas, en su mayoría jóvenes, que no tienen relación con grupos criminales ni pandillas, tal como el campeón Centroamericano de Oratoria, un estudiante de 17 años. La captura ocurrió este 30 de marzo en Santa Tecla, cuando el joven salió sin camisa a la tienda de la esquina a comprar pan dulce para desayunar con su mamá, la madre al ver que no regresaba fue a la tienda y encontró a su hijo boca abajo y ensangrentado, los agentes no creyeron que ere un estudiante ejemplar y se lo llevaron como “sospechoso de ser pandillero”.

Ojalá que los agentes que capturaron y golpearon al estudiante y los diputados que aprueban todo lo que envía el presidente, fueran tan brillantes como este desdichado estudiante.

*Biólogo e Investigador

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