Los arqueólogos han descubierto 85 tumbas, una torre de vigilancia y un templo de la diosa Isis en el sitio arqueológico de Gebel el-Haridi, a unos 350 kilómetros al sur de El Cairo.
Las anteriores prospecciones en Gebel el-Haridi han revelado importante material arqueológico desde la Sexta Dinastía del Reino Antiguo hasta el final del Imperio Romano y el periodo copto. Durante la última temporada de excavaciones, los investigadores encontraron una torre de adobe que se utilizaba para recaudar impuestos y vigilar el tráfico en el río Nilo. La torre data de alrededor del reinado de Ptolomeo III, el tercer faraón de la dinastía ptolemaica de Egipto entre el 246 y el 222 a.C.
El equipo también descubrió un templo de la época ptolemaica, aproximadamente del mismo período, dedicado a Isis, la diosa del Antiguo Egipto mencionada por primera vez en el Reino Antiguo (2700 a.C. a 2200 a.C.). Isis es uno de los personajes principales del mito de Osiris, que resucitó a Osiris y dio a luz a su heredero, Horus. El templo mide 33 metros de largo por 14 metros de ancho y consta de una sala rectangular con una serie de columnas y un suelo de piedra caliza.
Los arqueólogos también habían logrado descubrir la casa de uno de los jefes de trabajo locales y los restos de los papeles que contenían los nombres de los trabajadores, sus salarios y las tareas asignadas.
Otros hallazgos incluyen 85 tumbas de diferentes tipos construidas en la ladera de la montaña durante diferentes periodos, desde el final del Reino Antiguo hasta el final del periodo ptolemaico. Las tumbas más considerables contienen una serie de pasillos en varios niveles que conducen a una cámara funeraria. En las tumbas helenísticas los arqueólogos encontraron 30 certificados de defunción escritos en griego antiguo, escritura hierática y demótica. Estos artefactos contenían información sobre el nombre del difunto, el nombre de su padre o madre, el lugar de residencia, la ocupación, la edad, así como algunos mensajes a los antiguos dioses egipcios.
Entre otros hallazgos, destacan cinco fragmentos con inscripciones en escritura demótica, 38 monedas de la época romana y huesos de animales, que representan los restos de la alimentación de los sacerdotes del templo. Los arqueólogos también han realizado trabajos en las antiguas canteras donde, entre otras cosas, se extrajo el material de construcción para la edificación del templo bajo el faraón Ramsés III.