Las Pensiones. El Tiro de Gracia

Falta el frenético aplauso. Nada nos sacude. Todo es un circo romano. El país quebrado.


Por: Francisco Parada Walsh*

No hay dinero y qué mejor que tomar los fondos de pensiones, al final, qué importa si la mayoría somos los pobres y jodidos  y algunos que se creen clase media y que, ni en sus sueños imaginaron hablar hasta con las paredes cuando se den cuenta que no habrá dinero, que todo el sueño de un retiro digno se convertirá en una pesadilla.

Y aun, hay fanáticos patológicos que, viven en un oasis creyendo en un sistema de negación que se erige en que su líder no puede fallarles.

No tengo ningún dinero ahorrado, poco me cambiará la vida sin embargo a aquel que está a punto de cumplir el tiempo de servicio se llevará una desagradable sorpresa al vivir en carne propia que todo lo ofrecido durante la campaña electoral, no es más que otra mentira y que será más fácil que el dinero que creería recibir será apenas unos cientos de dólares, que jamás alcanzarán ni para la canasta básica; sin embargo, eso no parece afectar la conducta del salvadoreño afiliado a alguna AFP, nuevamente aparece el rostro incauto y la división en el tejido social donde cada quien debe librar su pellejo.

Quizá si ejemplifico lo que vivimos actualmente con el régimen de pensiones se resuma así: Usted debe ir a visitar a un pariente enfermo, y le dice al vecino que le haga el favor de cuidarle la casa y que le alimente a los cerdos, cabros y pollos; el vecino, al ver su desesperación le dice que le cuidará la casa y le alimentará a los animales si le paga por esos cuidos y que a la vez él se comerá los huevos, se tomará la leche de las cabras y que, cuando se le antoje aliñará un pollo según sus deseos; usted, a pesar de saber que no es el mejor trato, acepta, usted paga por que le cuiden lo que es suyo y a la vez, el que recibe el pago, también toma parte de sus bienes según a él le parezca.

Esas caras de forajidos de los dueños de las AFP nunca las veremos, jamás irán a la cárcel; así camina este país, poco importa la vida y menos la vejez y sobre todo la vejez del pobre.

El salvadoreño pasa su vida sobreviviendo, apenas alcanza para la nada y ¡pum! Otro tiro de gracia y así, vamos llegando al ocaso de la vida, siempre pobres, debiendo en la tienda, en el almacén, a la vida.

El gobierno no tiene dinero, se lo acabó, se lo robó y no es sujeto de préstamos internacionales, quebraron todas las alcancías habidas y por haber y solo queda un marranito que se llama “Administradoras de Fondos de Pensiones” y toca quebrar la alcancía y tomar ese dinero para echar a andar a un estado en mal estado.

Llama poderosamente la atención que a pesar del descalabro económico que vivimos y viviremos, el presidente tiene asegurado otro período, poco importa si él es el responsable de que mi hijo muriera en un penal vapuleado por pandilleros, nada importa si mi abuela fue masacrada en el asilo Sara Zaldívar, es irrelevante ver cómo se enriquecen frente a nosotros pero no hacemos nada, estatuas de cera, eso somos, entonces ¿Qué preocupa al común de los salvadoreños? Quizá la ausencia de guaro, la pornografía y que juegue “El Aliancita”.

No hay duda que robar nuestro futuro es algo común, llama la atención que la única diferencia es que se debe ser un ladrón de abolengo, rateros todos somos, robamos tiempo, dinero y queso. Ladrones de fina estampa no es cualquiera.

Apenas recuerdo el caso de FINSEPRO donde un ladrón de falso linaje mató literalmente a varias personas cuando se dieron cuenta que su dinero se esfumó, nada raro a este FINSEPRO- AFP que se viene, donde toda la pirámide poblacional se verá afectada y nuevamente, se escribe otra página de terror en donde “Los mismos de siempre” nos vuelven a joder.

*Médico salvadoreño

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