Mundos paralelos

Un joven aparece en las redes sociales tocando el saxofón. Un pandillero es detenido acusado de asesinar a tres personas. Un joven se prepara para ingresar a la universidad, está feliz, ha llegado el momento de realizar sus sueños.


Por: Francisco Parada Walsh*

Un pandillero ingresa al centro penitenciario de Santa Ana, sus compañeros lo reciben con vítores y saludos. Todo es alegría, viejas caras vuelven a verse. Un joven se engomina el cabello, irá a cenar junto a sus amigos a un exclusivo centro comercial, todos deciden que irán a comer pizza.

Un pandillero espera el almuerzo, no sabe que no habrá comida. Que se muera de hambre poco importa a un país al que nada importa. Un joven alquila una toga y el birrete, su graduación será la próxima semana, es el orgullo de la casa,  alcanzó la meta, será el primer médico de la familia El Salvador de Qué.

Un pandillero es sentenciado a sesenta años de prisión. El joven y el pandillero se cruzan. Muere el joven. Mundos paralelos. Cada quien habita un universo, el joven creyó en él y en su país, el pandillero también, nadie es pandillero in útero, no se nace siendo pandillero; todos sin excepción tocamos ese barro y en vez de una linda vasija tenemos a un muñeco diabólico, a un ente, a un pandillero que, su padre y su madre no son personas naturales sino que el padre es un estado que propicia todas las condiciones para que ese niño que crece en las covachas de mi país sea el ingrediente perfecto en un brebaje carísimo para un país y que de él, algunos sacarán sendas ganancias.

Recuerdo al “Chele” Torrez, que en un arrebato de licor y desesperación se quitó la vida, nunca imaginó ni supo cómo camina este país, la seguridad que él vendía, lo hizo inmensamente rico; mientras escribo estas líneas, se han detenido a más de quince mil personas (45 mil tiempos de comida al día) que se deben servir ¿Quién será el que oferta los servicios de alimentación? ¡Los mismos de siempre! Y así vamos desenredando la madeja de nuestra historia donde convertir a un pobre en pandillero no es algo tirado de los cabellos, todo está estructurado para que ese pobre, sea un revulsivo; lo mismo sucede con el profesional, cree que es libre sin embargo se le ha condicionado desde in útero a que su vida transcurra en la cuerda floja del consumismo y así, muere.

Mundos paralelos. ese sub mundo de la cárcel es desconocido para un joven, no se puede detener a un joven cuyo delito es ser joven y tirarlo a los leones, eso es algo que debe regresar a los que aprobaron el régimen de excepción incluyendo el ejecutivo, el poder legislativo y los jueces, que cual cachorros apenas siguen órdenes, no se puede meter preso al futuro de El Salvador por el simple acto de una duda, no, esos son crímenes de lesa humanidad y que sea el karma el que les quiebre los dientes a todos los responsables de todas las atrocidades que suceden en una cárcel.

Mundos paralelos. Sueños y pesadillas. Mientras un joven que quizá dio su voto al presidente, ahora recibe de agradecimiento una vapuleada hasta matarlo, sé de familias que aun, han perdido hijas e hijos y tristemente su fanatismo es más grande que el amor específicamente a su hija (El caso de una joven que desató algún sentimiento de compasión).  Mientras un joven estudia denodadamente, otro joven, en la otra esquina del ring, aceita un arma, no debe fallar, debe matar.

Así de paradójica es la vida, nuestra juventud no sabe qué es juventud, nacieron en uno de los países más violentos del mundo la cual se ejerce desde que existimos y las secuelas de ese desprecio a la vida serán indescriptibles pero nadie quiere ver la realidad, todo se resume a un táctil donde ese joven que estudia, que toca saxofón cree que será salvado por la experiencia de pertenecer a la generación milenial , no tiene idea que en las cárceles hay otro tipo de generación, la generación Muerte que, cual leones se comen al puro y casto joven, y nadie investiga; aun, en la aplicación de la justicia hay mundos paralelos.

Unos jueces desean hacer cumplir la ley, otros, sencillamente caminan en el carril contrario, esa es la realidad de mi país donde cual la mafia siciliana, las pandillas  eran, son y serán  necesarias para un estado, así, las grupos pandilleriles han llevado al triunfo a varios presidentes y hubo algunos candidatos que pactaron con ellos ¿Por qué ahora resulta que son enemigos del régimen? Respóndase  usted, amigo lector.

*Médico salvadoreño

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