Sembrar el miedo y el terror. Es el objetivo de «un movimiento de censura totalmente global» entre cuyas víctimas está el propio exresidente de EEUU Donald Trump, constituyendo el bloqueo de sus cuentas por las grandes redes sociales, una clara muestra de que pueden acallar a cualquiera, según el intelectual hispanoestadounidense César Vidal.
En entrevista con Radio Sputnik, el también historiador, periodista y escritor, denunció una auténtica cacería contra las voces alternativas a la «agenda globalista», habiendo temas «muy concretos que están sometidos a censura». Indicó particularmente que «no se puede hablar de las grandes compañías tecnológicas y de las redes sociales, entre las que se encuentra YouTube, Facebook o Twitter, y por supuesto, no se puede hablar de los grandes personajes de la agenda globalista».
De hecho, YouTube eliminó el canal de César Vidal por «infracciones graves», como haber anunciado un programa sobre Bill Gates o sobre las Big Tech, es decir, las grandes empresas que dominan el mercado de las tecnologías de la información.
Pero evitar estos temas ‘sensibles’ tampoco da ninguna garantía de no ser censurado, afirmó Vidal.
«Yo creo que se está repitiendo un fenómeno que se ha dado en su día con la inquisición. Si uno lee el manual de inquisidores de la Edad Media, dice que la finalidad de la inquisición no es que la gente se salve o que los pecadores se arrepientan, sino como dice en latin ‘ut metuant‘, es decir, que tengan miedo, que tengan terror. La finalidad de la inquisición es que al final no se mueva nadie, porque no sabe exactamente cuál es la raya que no puede pasar sin que se descargue sobre esa persona un golpe», subrayó.
Enfatizó que este «sistema inquisitorial» hoy «está funcionando en las redes sociales» y lo hace «muy bien», lográndose crear «un pánico de tal manera que hay gente que ya se autocensura y decide lo que no va a decir, y hay que gente que decide censurar en previsión de que los puedan censurar a ellos», apuntó.
Según Vidal, el poderío de las grandes tecnológicas ha quedado perfectamente demostrado en los recientes acontecimientos vividos en EEUU, donde el espectáculo del ‘asalto’ al Capitolio —un hecho «absolutamente increíble e inverosímil» que no hubiera sido posible «sin una colaboración de las fuerzas de seguridad», además de haber sido perpetrado por una masa de gente «bastante mezclada», incluidos miembros de Black Lives Matter— sirvió, entre otros objetivos, tanto para presentar a Trump como golpista, como para suspender «la discusión sobre el posible fraude electoral en media docena de Estados» norteamericanos.
Enfatizó que el caso de Trump se enmarca dentro de «un enfrentamiento entre patriotas y globalistas» que se está viviendo en estos momentos, es decir, entre «políticos que pueden ser muy distintos, pero que tienen una visión de que tienen que defender los intereses de su patria», y «unos poderes globalistas que quieren vaciar» sus países «de independencia, de soberanía y de capacidad de acción», convirtiéndolos «en protectorados sometidos» a su agenda.
«Aunque mucha gente ahora quizás no se percate de ello, lo cierto es que estamos viviendo en un momento en que se va a decidir si las naciones van a poder ser naciones libres, soberanas e independientes, o, por el contrario, se van a convertir en una especie de huevo al que han sacado la yema y la clara, y sólo queda la cáscara interior, porque la yema y la clara la han absorbido esos poderes de carácter transnacional», concluye César Vidal.
Fuente: Sputnik
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