Jamás imaginé ver a mi país a la deriva. Las fuerzas que son el balance sano en cualquier democracia han desaparecido ¿Dónde está ARENA? ¿Dónde está el Frente?
Por: Francisco Parada Walsh*
Mientras escribo, llueve a cántaros e imagino que ambas instituciones duermen y si no llueve siguen y seguirán dormidos, es una especie de hibernación y mucho del desastre que vivimos ahora, es culpa de ellos, saquearon este país a más no poder y ante un ejecutivo anárquico, no tienen la fuerza ni el valor para enfrentarlo, eso significa que todo se vale mientras haya pastel, ahora no hay y sus diputados son apenas témpanos perdidos en la Antártida, no se escucha ni una tan sola postura en contra de los disparates que vivimos, entonces ¿Tenemos oposición? No tenemos ni izquierda ni derecha, básicamente la Asamblea Legislativa se ha convertido en un establo legislativo donde da lo mismo ser un burro que un buen profesor; y quizá están en lo correcto pues he olvidado que vivimos en un país donde el surrealismo es mi diario vivir; ¿Hay oposición en la juventud? No la hay, sencillamente, los amos del táctil, no tienen ni la menor idea de lo que les espera.
Aunque eso de oposición es discutible, se intenta crear una imagen de oposición ante el siempre perdido pueblo aunque entre ellos, entre ese poder, sean los mismos; sencillamente unos se hacen pasar por los buenos y otros, por los malos.
Se pueden insultar ante el pueblo, mientras en el bar de la Asamblea, convergen, se abrazan, beben mientras creemos que son enemigos.
No hay oposición, y no habrá por un buen período de tiempo, todo aquel que conformaba algún partido político prefirió esconderse, los pocos líderes que quedaban, deciden dedicarse a sus millonarias empresas, creo que sería válido que se preguntaran ¿Para qué joderme por un país al que nada le importa?; ¿Qué decir de la oligarquía? Hoy está mejor que nunca.
¿Dónde están los sindicatos? Todo queda reducido a un grupo de hombres mediocres oportunistas que dieron la espalda a su gente por unos dólares más. Recuerdo a un amigo, que por no ser mayor de edad no pudo firmar el acta de constitución de ARENA, acto celebrado en Guatemala; según él contaba, la guerra que se libraba no solo era contra la guerrilla sino contra la Democracia Cristiana y contaba que una vez lo mandan a donde el mayor D´aubuisson a que firmara unos documentos, el líder de ARENA estaba en la Corte de Cuentas y después de buscarlo hasta debajo de las piedras lo encuentra departiendo finos licores y deliciosos bocadillos con el “enemigo” Adolfo Rey Prendes; mi amigo no entendía qué pasaba y ahora que es un hombre mayor me comenta que así se maneja el poder y como un hecho curioso me dice que Roberto D´aubuisson firmaba los documentos como “Mima” que significaba “Mi Mayor”.
Al no encontrar oposición decido crear mi propia oposición, no será una oposición violenta sino que debe ser un deber imitar a Gandhi y preferir oponerme al médico que sangra al paciente y servirle a éste, me opongo a ser un súbdito de la corte y prefiero seguir en mi lucha solitaria no por cambiar el mundo, me basta cambiar mi espacio. Me opongo a vivir en la mentira y decido buscar la verdad, me vuelvo oposición ante una sociedad impávida, silenciosa, acomodaticia que prefiere disfrutar del circo romano sin saber que son ellos los que serán devorados por los leones, llámese a estos hambre, pobreza, corrupción, violencia, desempleo.
¿Cuál oposición? No hay oposición. Hay oportunistas de todos los colores y debemos reflexionar que desde nuestra historia inventada, la mayor oposición somos nosotros, que, siempre viviendo al borde de la realidad, se nos esquilma como a mansas ovejas y se nos adiestra a que, nos alineemos en la fila de los buenos, de los cándidos, de los sepulcros blanqueados que en un estado del más puro masoquismo se nos infringe dolores infinitos pero gritamos, defendemos a los que nos joden, a “los mismos de siempre”.
Recientemente hubo un acuerdo entre una de las familias más ricas de El Salvador como es la dinastía Dueñas, dueños por las buenas y las malas de centros comerciales, azúcares y tantísimas cosas más, que recibirán tanta agua como ellos deseen sin importar la escasez y el bien común; y ¿Dónde están los sindicatos de A.N.D.A.? ¡Vaya usted a saber! No hay oposición y los que un día fueron oposición como fueron los ex presidentes de tal autónoma, ahora son inmensamente ricos; aun, Benítez es ciudadano canadiense y tiene su propia compañía que vende agua a un inmenso sector de Lourdes, Colon ¿Quién dice algo? ¡Nadie! Que sean los Guaraguao los que sean mi oposición: “Que triste que ni agua llega a las casas de cartón”.
Médico salvadoreño