Sabemos que mucho de lo que sucede en el país es un claro poder basado en populismo, que no trasciende los intereses de la clase trabajadora; continuamos con regímenes deficitarios de empleo estable y salarios decentes con derechos; protección social, educación; formación profesional, vivienda, salud.
Por: Róger Hernán Gutiérrez*
Por qué sucede esto, la opinión que tenemos es que seguimos con altos grados de sub desarrollo económico-social, muchos de los gobernantes anteriores y presentes, no logran empujar una economía de favorecimiento de políticas públicas que lleven a la igualdad y equidad en mucho de la riqueza que producimos, en tanto que como personas trabajadoras no ha existido que podamos desarrollar planes de vida que nos lleven a un bienestar desde nuestra microeconomía de forma satisfactoria.
Los gobernantes se han preguntado qué hacer una vez logrado los votos para ser electos, y la promesa nunca se ha amalgamado con el compromiso como funcionario público desde la visión de las clases menos favorecidas de ingresos. Las personas trabajadoras ven pasar los períodos de elección, sin cambio alguno, no hay suficientes recursos económicos para dar un giro de timón, el rubro de la educación no llega a tener el impacto que todos queremos, siempre es mucho menor al que se necesita, sacrificando su potencial por destinarlo a otro gasto público que no trasciende hacia una mejoría sustancial de desarrollo.
La cultura es siempre que muy poco se hace, que estamos en situaciones catastróficas, que hacen cada vez más difícil una continuidad progresiva. Es claro que los efectos a las personas trabajadoras, para el caso los relacionados con la pandemia del covid 19 y la provisión de alimentos y necesidades de vida, para disponer de mejores opciones de bienestar de manera colectiva.
La comunicación gubernamental es clave para exacerbar una situación o un hecho, si es conveniente a sus intereses sectarios y para esconderla o apaciguarla si no se acepta como parte de la dinámica de poder. Y en este marco la clase trabajadora, se ve muy vulnerable, y se esconde la cabeza y no se escucha, ni se sostiene con objetividad y acepta un discurso que realmente no es tan veraz.
La persona trabajadora sigue siendo poco o nada calificada, y tiene fuertemente un problema de capacidades en el desarrollo productivo, y el sector empresarial mantiene una acción abusiva de tratar de enmarcarlo en la productividad, sin embargo, no podemos amarrar los empleos y el salario a la productividad, en tanto los actuales procesos de producción en mucho son obsoletos y anacrónicos y, la lógica productiva de incorporar tecnología, es simplemente un discurso y hay poco desarrollo tecnológico. Seguimos sosteniendo que hay que hacer una fuerte inversión en el Instituto de Formación Profesional, e ir transformando estructuralmente la capacidad productiva del país, los puestos de trabajo, salarios y ser competentes para el desarrollo productivo del país, en el corto y mediano plazo.
Muchas de las relaciones laborales existentes en las empresas y diferentes sectores públicos y privados, son conflictivas, y disponemos de poco avance en un ambiente de trabajo favorable para hacer avanzar el país hacia un desarrollismo, no obstante, mucho de las políticas públicas son elaboradas con una visión hacia el capital y los grupos económicos corporativos. La concentración de la riqueza sigue siendo un factor de peso y la gobernanza actual no ha conducido a que esto se modifique sustancialmente.
El mundo del trabajo avanza, evoluciona y necesitamos una lógica productiva acorde a nuevas visiones de cómo elaborar bienes y servicios, pero los atrasos en el desarrollo de formación profesional, y términos de educación, mantienen un estancamiento de que la economía mejore, pero no logran unificarse los intereses sectoriales y los políticos no logran desprenderse de su naturaleza corporativa con la funcionalidad como gobernante político.
Los trabajadores (as), no logramos la comprensión suficiente de la economía, y desconocemos de los modelos que han sido aplicados para supuestamente hacer avanzar el país a un desarrollismo, que nos conduzca a salir del empobrecimiento constante en que vivimos, la oportunidad como clase trabajadora recae en la aceptación de un líder que ganó correlación política y que se mantiene con fuerza, apoyado por las masas poco deliberantes y analíticas para propender hacia un horizonte que no logra visualizarse a cabalidad.
Hay empobrecimiento en las personas trabajadoras, y la pandemia se configura como parte de esa tragedia, se reclaman medidas compensatorias que recuperen el salario y los puestos de trabajo en mejores condiciones de vida y de trabajo. ¿Qué hacemos para superar esta situación de desventajas socio-laborales y en pro de aquéllos que mantienen mejores posiciones de poder, y el régimen político qué beneficios se trabajan luego de superar condiciones estructurales, o vamos a escribir siempre una hoja de la historia que ofrece más de lo mismo?
*Sindicalista salvadoreño