Previo a su posesión como nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto a la vicepresidenta electa Francia Márquez, tuvo una investidura popular y espiritual en el Parque Tercer Milenio, centro de Bogotá, en un acto organizado por comunidades indígenas a las que se unieron afrodescendientes, campesinas y líderes sociales.
De acuerdo a los organizadores de este acto simbólico, se busca armonizar, desde la espiritualidad ancestral, el comienzo de un nuevo ciclo en la historia de los pueblos. Además, las comunidades que estuvieron presentes esperan ver un Gobierno distinto con la llegada de Petro a la Casa de Nariño.
“No queremos que el Gobierno reemplace y coopte el movimiento popular, lo que necesitamos es que el movimiento popular sea autónomo del Gobierno. Se trata de inaugurar un Gobierno con los movimientos sociales y no sobre los movimientos sociales”, expresó Petro en su discurso. “El presidente de la República los convoca a organizarse e indudablemente esa pluralidad, esa multiculturalidad, ese espectro multicolor que debe ser el de la organización popular hay que unificarlo en medio de la diversidad, coordinarlo, conectarlo entre sí”, dijo Petro. “Empieza el gobierno de las nadies y los nadies y vamos de la resistencia al poder hasta que la dignidad se haga costumbre”, dijo. “Voy a luchar por la justicia social en una de las sociedades más aberrantemente desiguales sobre la Tierra”, se comprometió Petro en medio de aplausos.
Como parte del evento, se llevaron a cabo diferentes rituales indígenas donde el futuro mandatario del país recibirá “limpieza en el poder” y “transformación en la Casa de Nariño”.
Luego de su intervención, Gustavo Petro tuvo su posesión popular y espiritual antes de ser investido de manera oficial como presidente de la República ene sta jornada en la Casa de Nariño.
Asimismo, recibió una serie de peticiones por parte de los grupos culturales y populares, quienes afirman que estas peticiones ayudarán a construir un país diferente. En las últimas horas Petro había recibido la posesión ancestral por parte de la comunidad Arhuaca en la Sierra Nevada de Santa Marta, además de la imposición simbólica de la banda presidencial en el municipio de La Macarena (Meta). Petro asumirá el poder el domingo en reemplazo del conservador Iván Duque (2018-2022) por un período de cuatro años, sin posibilidad de reelección por orden constitucional. Su vicepresidenta electa, la ambientalista Francia Márquez, participó en la ceremonia tradicional y recibió de las comunidades las mismas consignas.
Quiénes asistirán
Entre los presidentes que asistirán figuran los de Chile, Gabriel Boric; Argentina, Alberto Fernández; Perú, Pedro Castillo; Ecuador, Guillermo Lasso; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Bolivia, Luis Arce; República Dominicana, Luis Abinader; Panamá, Laurentino Cortizo; Costa Rica, Rodrigo Chaves, y Honduras, Xiomara Castro. También asistirá el rey Felipe VI de España como jefe de Estado. Estarán también en Bogotá el jefe de Gobierno de Curazao, Bernard Whiteman; el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, y Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Por Uruguay lo hará la vicepresidenta Beatriz Argimón.
Los organizadores informaron que estarán los ministros de Relaciones Exteriores de México, Palestina, Portugal; los delegados del Reino Unido y de Irlanda, y los embajadores de Dinamarca, Israel, República Checa, Suiza, Bélgica, Australia, Alemania y Noruega. También estarán presentes funcionarios de organismos internacionales como la OEA, la ONU, la Organización Panamericana de Salud (OPS) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
En un país de 50 millones de habitantes, castigado por la inflación (10,2%) interanual), el desempleo (11,7%) y la pobreza (39%), el gobierno electo propone una batería de reformas para reducir la brecha entre ricos y pobres, proteger el medio ambiente, entre otros objetivos.
El economista y exalcalde de Bogotá de 62 años se consagró como el próximo ocupante de la Casa de Nariño (sede del Gobierno colombiano) hasta 2026 luego de su victoria en el balotaje del pasado 19 de junio, en el que su coalición Pacto Histórico se impuso con el 50,47% de los votos de los votos sobre el político y empresario liberal Rodolfo Hernández. A Petro le tocará suceder al gobierno del saliente presidente Iván Duque (con casi 70% de desaprobación), que estuvo signado por su incumplimiento de los Acuerdos de Paz de 2016, el fracaso de su reforma impositiva y las críticas a su gestión enmarcadas en el llamado Paro Nacional nacido en 2019 y que se extendió con sucesivas protestas hasta 2021, y en las que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) constató el uso desproporcionado de la fuerza, desapariciones, entre otros delitos.
Los déficits en torno al cumplimiento y ampliación de los Acuerdos de Paz serán uno de los principales retos del próximo ocupante de la Casa Nariño, en un país en el que según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) hay 6 conflictos armados aún vigentes.
El gobierno entrante, así como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya manifestaron su voluntad a dialogar camino a lograr la “paz total”. Especialistas advierten de los peligros que implica modificar el estatus quo en un país en el que las resistencias suelen ser violentas.