Especialistas advierten que estos términos son erróneos y debemos cuidarnos y controlar por igual ambos valores. Un especialista nos brinda detalles sobre el tema.
En la década de 1980 nació el término «colesterol bueno» tras la publicación de una investigación donde se afirmaba que tener altos niveles de HDL (proteínas de alta densidad) nos protegía. Así fue como adoptamos este concepto en todo el mundo y lo dividimos por valores «buenos» y «malos».
En febrero del 2021, una investigación publicada por el Hospital del Mar (España) confirmó lo erróneo de esta teoría, y aclaró que el colesterol bueno en realidad no es tan bueno como se cree y así reafirmó la necesidad de analizar esta patología como un todo.
«El colesterol es grasa producida en el organismo, muy importante para la homeostasis y todo el metabolismo intermediario. (…) Uno debe tener colesterol, lo malo es cuando los niveles se exageran», explicó el médico internista y endocrinólogo colombiano Enrique Ardila, profesor y coordinador de educación de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, a Zona Violeta.
Los niveles altos «se pueden depositar en las arterias, y hacer lo que se llama arteriosclerosis, y pueden producir enfermedades cardiovasculares», agregó el especialista.
El HDL, considerado como el colesterol «bueno, es la proteína de alta densidad, y se denomina así por sus siglas en inglés. Mientras que el LDL son las proteínas de baja densidad y es el considerado «malo». Ambas proteínas son, junto a otras, encargadas de transportar el colesterol.
«El LDL [proteínas de baja densidad] forma el colesterol total, el VLDL son los triglicéridos y el HDL es el que se ha dicho que es el colesterol protector [proteínas de alta densidad], siempre y cuando el colesterol total o el VLDL estén en rangos totales», explicó Ardila.
«Se ha hablado que es el colesterol bueno, porque es el que puede proteger las arterias, y el colesterol malo sería el LDL que da los estados del colesterol total», agregó. De todas formas, el entrevistado aclaró que es necesario cuidarse del valor total, pues puede haber factores genéticos y de hábitos de vida, contribuyentes a estas afecciones de salud.
El ejercicio físico y la dieta son dos factores muy importantes y el HDL mejora mucho si se hace ejercicio físico dos o tres veces por semana por lo menos 30 minutos», recomendó el especialista colombiano.