Nancy Pelosi haciendo malabares con antorchas

El mundo contuvo la respiración y siguió el viaje que realizó la presidente de la cámara de representantes de Los Estados Unidos, como si se trátese de un partido de Futbol o una película de Hollywood.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Muchos siguieron paso a paso, minuto a minuto la trayectoria de la nave que exhibía un gran rótulo que reza ESTADOS UNIDOS DE AMERICA y en la cola la bandera de la poderosa nación del norte.

La visita de tan importe personaje a una región del mundo en donde se lucha enconadamente por la hegemonía del planeta ha despertado innumerables críticas de afectos y desafectos al gobierno de Joe Biden, naturalmente el gobierno de Pekín protestó por la visita y amenazó con represalias.

Las críticas de todo mundo no se dejaron esperar, debido a que esta visita no estaba agendada. Muchos consideran que adelantó, la visita, debido a que su marido: Poul Pelosi, gran inversionista, ya había hecho los movimientos de capital en la industria de los semiconductores que es el verdadero problema, en estos momentos.

Como los chinos, fueron sorprendidos. Ante las abrumadoras críticas nacionales como internacionales Joe Biden expresó que en su país había división de poderes y que ella podía decidir a quién visitaba, lo único es que iría acompañada de una impresionante escolta militar que incluía al portaaviones Ronald Regan.

En términos de realidad política esta fue una demostración de fuerza, como les gusta decir a los gringos: “ahora se sabe quién es el jefe”. A pesar de que muchos ingenuos querían ver como derribaban el avión, nada de eso sucedió. Y llovieron los memes burlándose de los comunistas chinos que sólo son bravuconadas y no hacen nada.

Pero apartándose del espectáculo mediático, los chinos ejercen presión sobre el gobierno de Taipéi desde mucho tiempo atrás. Con vuelos cercanos a la isla, que obligan a las fuerzas armadas de Taiwán a estar permanentemente alertas, incrementando los costos de mantenimiento y desgastando el fuselaje de los aviones, además de no permitir que los pilotos puedan profundizar en sus habilidades profesionales, debido al hostigamiento permanente del que son objeto por parte del ejército chino.

Indudablemente China no iba a iniciar una guerra por la visita de la señora Pelosi, siguiendo el pensamiento de Sun Tzu: “ganará quien sabe cuándo luchar y cuando no luchar” la filosofía del oriente no es igual a occidente. Los chinos pueden esperar, ya tienen programado el momento preciso en que tendrán la correlación de fuerzas a su favor para lograr recuperar esta cabeza de playa de Estados Unidos y Europa, apenas a 160 kilómetros de China.

Si tomamos en cuenta que el mercado de los semiconductores lo domina Taiwán, pero China está haciendo una inversión astronómica en este campo, claro estamos hablando de semiconductores comerciales, no de alta tecnología; que les ha permitido a los chinos llegar al lado oscuro de la luna, explorar Marte, y desarrollar la inteligencia artificial.

Ante esta carrera de semiconductores. Estados Unidos hace una inversión de bicoca, si la comparamos con la China. Esto nos lleva a la conclusión que poco a poco los chinos aíslan cada vez más a los taiwaneses, son muy pocos los países que reconocen al gobierno taiwanés, la política diseñada por China de una sola China avanza inexorablemente y cada vez es una realidad más palpable.

Lo más que puede hacer Europa y Estados Unidos es retardar el momento en el cual la potencia asiática los supere en todos los campos. En este marco de acontecimientos la visita de la señora Pelosi se puede observar no tanto como infundir miedo o terror a los chinos, sino como un simple acto propagandístico para su partido que está de capa caída, pero lo que logró fue provocar una avalancha de críticas incluso de medios de comunicación muy cercanos a su partido. Otra lectura podría ser desviar la atención al profundo fracaso de sus políticas neoliberales en todo el planeta.

Además de cosechar el desaire en Corea del Sur. Debido a que los mandatarios de ese país, aliado de Estados Unidos, no interrumpieron sus vacaciones para recibir al personaje que ostenta el tercer lugar en la jerarquía de poder en el gobierno estadounidense, en buen salvadoreño “les valió un chip”. También podríamos cuestionarnos porque se hace esta provocación a la segunda economía del planeta, cuando se tiene abierto otro frente en Europa.

Cuando el jefe de la OTAN declara que la guerra en Ucrania no tiene otra salida que la negociación ¿qué le van a decir a los pueblos del mundo? perdón, pero nos equivocamos es mejor hablar con Putin. Hablar con Putin significa entregar concesiones, que indudablemente estamos pagando. Que le dirán al pueblo ucraniano que se ha llevado la peor parte de esta aventura bélica, que les dirán a los pueblos de Europa; que el triunfo del ejército ucraniano fue únicamente una fantasía.

Ojalá que los pueblos comprendamos que necesitamos políticos que no vean únicamente el bienestar o negocio de las élites, si no que comprendamos que sus acciones en muchas de las ocasiones llevan sufrimiento y dolor.

Los taiwaneses deberían de preguntarle a sus políticos, que, si la señora Pelosi se tomará el tiempo en visitarles cuando Taiwán haya perdido su hegemonía sobre los semiconductores, cuando la posición política de Taiwán sea irrelevante para los estrategas políticos y militares.

*Biólogo investigador

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