El caso Ayotzinapa sucedido en 2014 sigue estando bajo investigación.
El Gobierno de México ha reconocido ayer que «no hay indicio alguno» de que sigan con vida los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa que desaparecieron en 2014 a las afueras de Iguala (Guerrero), en una operación que, según un nuevo informe, puede catalogarse de crimen de Estado.
El ataque contra los 43 jóvenes la noche del 26 al 27 de septembre de 2014 ha simbolizado durante años la impunidad de los grupos armados y su connivencia con instituciones públicas. Las pistas apuntan a la organización Guerreros Unidos, pero también a la intervención de las fuerzas de seguridad. El subsecretario de Derechos Humanos del Ministerio de Gobernación, Alejandro Encinas, ha reafirmado que en este suceso «concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano» y ha descartado que las víctimas puedan estar vivas.
«Todos los testimonios y evidencias acreditan que fueron arteramente ultimados y desaparecidos», ha explicado Encinas ante la prensa, en una comparecencia en la que también ha aclarado que, pese a algunos testimonios, los estudiantes no estudiaron juntos tras su desaparición ni se se desplazaron al vertedero de Cocula, informa ‘Milenio’. La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa ve imposible a estas alturas que los jóvenes puedan seguir con vida, si bien Encinas ha afirmado que su búsqueda «continúa», con el objetivo de tratar de localizar sus cadáveres. Hasta el momento sólo se han identificado restos de tres de los 43 desaparecidos.
Fuente: Grupo R Multimedio