En nuestro país, No hay órgano judicial independiente, procurador de DDHH; FGR parcializada, PNC, fuerza armada, TSE, mayoría de medios de comunicación, incluso las academias, salvo una y media, todo alineado al régimen, ahora un obispo no quiso ver a los Anawines del pueblo, prefirió rodear y pasar, como el levita y el cura judío al ver la víctima asaltada y vapuleada en el camino, a pesar de, no hay nada que temer, los Samaritanos aún somos mayoría.
Por: Miguel A. Saavedra
No estamos solos, «Donde crece el peligro, también crece lo salvador», decía el poeta alemán, Friedrich Hölderlin, que resume muy bien el momento que vivimos, el país avanza a empujones y codazos, lo grandioso está por llegar, también los humanos y la polis pasan por un proceso de metamorfosis para alcanzar estadios mayores en el ciclo de la vida. Vivimos un desierto acompañado, no busquemos, reconozcamos, no estamos solos.
Somos mayoría, no olviden, que el actual presidente fue electo con el 27% de los votos del padrón electoral, los salvadoreños somos más de 10 millones, ad intra y ad extra, somos mayoría los que deseamos la libertad y la construcción de un modelo de sociedad más inclusivo, donde los recursos del Estado sean repartidos equitativamente. No estamos solos, la realidad nos está retando a un mayor discernimiento, la esperanza camina al lado de la angustia.
«No hay nada que temer», como decía Dante Alighieri, vivimos un momento privilegiado, la humanidad, y nuestro país no escapa, está mostrando los horrores del infierno, lo más importante, es que a la vez se está manifestando la gloria del Paraíso, está experiencia de desolación que experimentamos tiene una finalidad didáctica, el designio es la liberación del mal del ser humano, su misma egolatría los extinguirá.
No estamos solos y no hay nada que temer, vivimos un momento apremiante y apasionarte.