Zodiacos y memes, una nueva religión centenial: “La Iglesia no ha sabido hacer buenos tiktoks, pero la astrología sí”

Charcastrology es la cuenta de Instagram de Charas Vega, donde juega con referentes de la cultura pop en conjunción astral

Por: Ángeles Oliva

Es menos popular, pero la astrología nunca ha desaparecido del todo. En tiempos de incertidumbre, reaparece en forma de brújula o como referente de la cultura popular que solo necesitaba la combinación de humor y redes sociales para renacer con popularidad. “Sí, la astrología nos gusta a los centenials y a los milenials como yo”, admite Charas Vega justo antes de dar un taller en La Casa Encendida de Madrid, dentro del festival dedicado a la cultura adolescente Puwerty. “De nueva poco tiene, la astrología se remonta a Babilonia. Este tipo de pseudorreligiones paganas se pusieron de moda para escapar de la fe religiosa en los 70, y ahora también. Si la Iglesia no nos gusta, buscamos la fe en otros sitios”, explica.
“La Iglesia no ha sabido hacer buenos tiktoks, pero la astrología sí. Responde a ciertas carencias de nuestra sociedad, hay una falta de espiritualidad brutal entre los más jóvenes, vivimos un tiempo incierto para nosotros especialmente, con un futuro laboral bastante oscuro y la amenaza de la crisis climática”, explica Vega.

Charcastrology, el nombre que utiliza en redes, no hace predicciones ni habla del futuro. Sus posts recogen tendencias y las replican en forma de memes que interpelan a quien los lee: “Qué sesión de Bizarrap eres, qué cómic, qué canción de Rosalía o qué serial killer”, según el signo del horóscopo. “Mucha gente viene a ver mis memes como una manera de pasar el rato de una forma irónica y sarcástica, puedes disfrutarlos sin creer en la astrología, esa es la gracia”, dice la autora. “Hablo del yo, que es lo que más se destila en las redes sociales, queremos hablar de nosotros y qué puede funcionar mejor que algo que te habla directamente a ti”, añade.

Cosa de chicas

En los 70 la astrología aparecía ligada a la contracultura y también en canciones, como The Age of Aquarius, el himno de Hair, o The Year of the Cat, de Al Stewart. También asomaba en revistas de las llamadas femeninas, publicaciones que ejercían una influencia ideológica sobre las mujeres a través de, entre otras cosas, el horóscopo, reforzando los roles de género y aconsejando cómo deberían relacionarse con los varones para conseguir atención. “En los 90 y los 2000 también fue a través de las revistas de chicas, de la Super Pop o la Bravo”, recuerda Vega. “Y hay un estigma con esto, porque en realidad en muchos periódicos serios también había una minisección de horóscopo”, añade.

“Igual que todo el universo de revistas femeninas se fue echando por tierra, la astrología estaba denostada porque eran cosas frívolas, y ahora hay una vuelta a revalorizar la moda, la música pop o la astrología”, dice la creadora, recordando que los Beatles fueron denostados en un principio porque se consideraban un grupo para adolescentes. “La revalorización de todo lo femenino ha tenido que ver con el feminismo, que ha hecho que se deje de denostar todo aquello que interesa a las mujeres”, añade.

La tradición histórica de los horóscopos puede explicar la segmentación de la audiencia de Charcastrology: el 80% son chicas. Además de esa explicación, para Charas Vega está también que “en el mundo de las mujeres está permitido hacer introspección y hablar de sentimientos” pero “dentro de la masculinidad hegemónica está peor visto”. Del 20% de hombres que siguen sus cuentas, “la gran mayoría tienen la banderita LGTBIQ. O sea que los que no me siguen son los hombres heterosexuales”, aventura.

Hacer del humor carrera

Charas Vega tiene un doble grado en audiovisuales y periodismo, dos másteres en cine y audiovisuales, pero trabajaba como dependienta a media jornada en una tienda de Barcelona cuando creó Charcastrology, en los largos días del confinamiento. “Empezó el 5 de marzo de 2020, sin intención de que fuera a más, mientras trabajaba y estudiaba. Vino la pandemia, fue un momento de parón, y me fue muy bien. No me esperaba la acogida para nada, internet es completamente impredecible”, admite.

Ahora ha dejado su trabajo como dependienta y colabora con Filmin y Radio Primavera Sound, además de otros espacios. Cuenta que está viviendo el sueño milenial: cobrar por hacer memes. “Mi trabajo me ha venido más por la cuenta en Instagram que por todo lo demás que he hecho. Yo puse mucho de mi parte para estudiar, venía de una situación muy complicada en la que era muy difícil que yo estudiara, puse mucho empeño en hacerlo y que me haya salido trabajo a través de las redes me hace pensar que tal vez estaba engañada”, cuenta Charas.

Estética trash

Charcastrology se presenta como “el zodiaco en Power Point”. Los posts tienen una estética entre lo cutre y lo punki, con colores saturados y el aire a los primeros ordenadores, con la que Charas Vega quería llevar su cuenta al recuerdo de las interfaces del Windows de su infancia. “Estaba haciendo un máster de teoría del cine y mi trabajo final era sobre una estética online que me gusta mucho, se llama vapor wave. Es una estética feísta, con colores completamente artificiales. Me pareció pertinente utilizarla, fue algo natural y ahora se ha hecho mi sello”.

La serie Euphoria, los personajes de David Lynch, los países de Eurovisión, las canciones de Bad Bunny o las frases de Tania Acroyoga son temas alrededor de los que Charas hace preguntas, crea imágenes, dictamina sentencias según el signo del zodiaco y, sobre todo, se ríe del mundo. “Creo que lo más especial de esta cuenta es que hablo de cosas que me interesan a mí. Intento mezclar cosas muy mainstream, porque a mí me gustan, como Bizarrap, que ahora es lo que más se escucha en el mundo, con cosas muy independientes, discos que no escucha casi nadie, meto cosas mucho más pequeñitas, porque yo las escucho”, explica Vega.

Horóscopo y terapia

Charas Vega no ve incompatible la astrología con la ciencia y plantea que la astrología no es algo meramente superficial, sino una tradición con miles de años de historia que se remonta a la antigua Mesopotamia. Cree que puede hacer conversar con las amistades sobre el signo que es cada cual, invitar a hablar de sentimientos, de cómo es la relación con otras personas o ayudar a vincularse con otros. Y, sobre todo, pasarlo bien.

“Creo que en la ciencia, pero también creo que, y sé que es polémico, es sano que haya espacio para otras cosas. Ahora hay una especie de cientificismo loco, y parece que la ciencia no puede convivir con nada. Se olvida que la gran mayoría de los investigadores o científicos en la historia eran creyentes. Yo soy súper prociencia y dentro de este mundo de la astrología tengo problemas con la gente que me plantea que usando la astrología no hay que ir a terapia, yo les digo no, no, hay que ir a terapia, ir al médico, comprar medicina moderna, esto no va a solucionarte la vida”, explica. Pero también está atacada desde el mundo de la astrología porque se lo toma “todo a risa”. “El público que se toma esto en serio no es mi público, yo no me tomo esto, ni muchas cosas, en serio. Si tú lees mis memes y te molesta, yo te diría que estoy haciendo humor”, concluye.

Fuente: www.eldiario.es

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