El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha asegurado este domingo que, en el caso en el que se materialice una intervención internacional en Haití como ha propuesto el secretario general de la ONU, António Guterres, su país no formaría parte de una fuerza militar, de forma que su apoyo lo traduciría en medidas diplomáticas.
«Espero que la Comunidad Internacional y nosotros actuaremos en lo posible, obviamente nunca interviniendo en ninguna fuerza que vaya a pacificar ese país porque nosotros no vamos a intervenir, pero sí desde el punto de vista diplomático», ha declarado Abinader en una rueda de prensa, según un comunicado de la presidencia del Gobierno.
El dirigente dominicano ha agregado que considera que han logrado «un gran avance», de forma que actualmente «la Comunidad Internacional está verdaderamente preocupada por esa situación». «Durante un año nosotros hemos llevado acciones diplomáticas, desde septiembre del año pasado, en mi discurso ante la ONU dije que la única manera de llevar la paz a Haití era con una fuerza internacional que ayudara a la Policía haitiana», ha recordado Abinader.
Además, el mandatario ha señalado que su Gobierno cerraría y bloquearía la frontera. «Así como no vamos a accionar nosotros de manera militar, es muy peligroso para la integridad dominicana que recibamos asilados aquí», ha dicho Abinader. «Eso de ninguna manera lo permito, es muy peligroso», ha reiterado.
Horas antes, Abinader ha anunciado la «mayor compra de equipamiento militar de la historia» del país caribeño. Esta adquisición incluye seis helicópteros, una decena de aeronaves para la vigilancia de la frontera con Haití, una veintena de vehículos blindados de transporte de personal, entre otros. «Ese aprovisionamiento es complementado con la actualización y modernización de los equipos de radioayuda para la navegación aérea, nueva torre de control y sistema de luces» de una base aérea, explica la presidencia en un comunicado.
Además, ha adelantado que dichas medidas vienen acompañadas de una mejora de las condiciones laborales del sector militar, quienes percibirán un incentivo extraordinario mensual adicional a su salario y un incremento salarial del cinco por ciento para aquellos soldados que se alisten a partir de enero.
Una fuerza internacional
La fuerza internacional ayudaría a garantizar el paso de agua, combustible, alimentos y suministros médicos desde los principales puertos y aeropuertos del país hasta las comunidades y los centros de salud de todo el país. Guterres envió este domingo una carta al Consejo de Seguridad con opciones para incrementar el apoyo en materia de seguridad a Haití, tal como se solicitó al órgano de la ONU en la resolución 2645 de este año.
El líder de la Organización afirmó que sigue “gravemente preocupado” por la situación en la nación caribeña, que ha estado luchando contra un brote de cólera en medio de un dramático deterioro de la seguridad, que tiene paralizado al país. Guterres dijo que el bloqueo de la terminal de combustible de Varreux ha provocado la suspensión de servicios básicos como la distribución de agua potable, indispensable para evitar una rápida propagación del cólera.
El titular de la ONU recordó que, una vez más, los sectores más vulnerables de la población haitiana son los más golpeados, y que la prioridad debe ser salvar vidas.
El Secretario General hizo un llamado a todas las partes interesadas en Haití para que superen sus diferencias y participen sin demora y de manera constructiva en un diálogo inclusivo y pacífico. Asimismo, reiteró el apoyo de la ONU al pueblo de Haití y subrayó que también respaldaría los esfuerzos encaminados a alcanzar un consenso, a reducir la violencia y a promover la estabilidad en el país.