El riesgo de padecer esquizofrenia podría detectarse en etapas tempranas de la vida. El estudio que concluyó esto abre la puerta a la elaboración de métodos para detectar la enfermedad antes de que se manifieste. Una de las investigadoras nos cuenta cómo lo lograron.
El trabajo con células madre ha logrado en los últimos años, avances relevantes en cuanto al tratamiento y la detección de enfermedades.
Hoy la protagonista es la esquizofrenia, un trastorno mental que afecta a una de cada 300 personas en todo el mundo según datos de Naciones Unidas.
Los diagnósticos tardíos y el daño que implica para el paciente, es uno de los grandes problemas que enfrenta hoy el sistema de salud.
En busca del origen de esta enfermedad, investigadoras chilenas reprogramaron células para llegar a descubrirlo. Esto permitirá crear tratamientos y detección temprana para evitar daños en la salud de quienes lo padecen.
“Utilizamos células que obtuvimos a través de biopsias de la piel de pacientes con esquizofrenia. Las reprogramamos, básicamente es como retroceder las manecillas del reloj, e hicimos por técnicas de intervención de biología molecular, que estas células dejaran de ser célula de piel y se convirtieran nuevamente embrionarias”, explicó la profesora Verónica Palma, integrante del departamento de Biología de la Universidad de Chile.
“Volvimos a los orígenes del individuo pero conservando el genoma, la información genética de ese paciente, y esa célula ahora la diferenciamos a neurona, y de esa manera podemos modelar lo que ocurre intrauterinamente. Algo que hasta ahora nos está vetado poder estudiar porque no tenemos acceso”, indicó Palma.
La investigación fue publicada en la revista Frontiers in Cell and Developmental Biology.
Palma explicó que a pesar de los rápidos avances de la ciencia, falta mucho aún para que esto se vea plasmado en la atención al paciente.
Pero tiene esperanza de que pronto se puedan crear herramientas como por ejemplo un kit que, a partir de estudios sanguíneos, permita detectar e intervenir antes que aparezca la enfermedad en el organismo.
Este trabajo con células permitiría también aplicarlo a la investigación de otras enfermedades que afectan la actividad neuronal, según Palma.
Fuente: Sputnik
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