Silverio Morales es miembro de la comunidad indígena de Nahuizalco, del departamento de Sonsonate; y desde que inició el régimen de excepción, a la fecha, cinco de sus familiares han sido capturados arbitrariamente.
Su hermana, dos primos, un yerno y su hijo han sido capturados bajo el supuesto delito de agrupaciones ilícitas. A esto se suma el secretismo sobre el lugar en el que están detenidos, las autoridades no han confirmado nada sobre el paradero de los familiares de Silverio Morales.
Las capturas de algunos de sus familiares se han hecho por medio de denuncias de vecinos que los acusan de ser miembros de estructuras criminales; sin embargo, dice Morales que los señalamientos son falsos, ya que cada persona tiene un negocio o puesto de trabajo.
Para Morales, el régimen de excepción no ha logrado solventar los problemas sociales por los que atraviesa el país. Antes se le temía a la delincuencia, dice el líder indígena, ahora se le teme al Ejército y a la Policía. Este mecanismo implementado por el Estado es un nuevo exterminio que sufren los indígenas, opina Silverio.
Silverio Morales explicó que el Gobierno les ha negado el acceso a la defensa y opina que ahora ser pobre en El Salvador se considera un delito y se agrava más al ser parte de comunidades indígenas. Para Silverio, el régimen de excepción significa temor, persecución y terror.
El régimen de excepción está destruyendo familias y comunidades. En el caso de la familia de Morales, varios menores de edad han quedado en la orfandad y muchos adultos mayores están abandonados en sus viviendas, ya que sus proveedores han sido capturados.
El Salvador ahora es un país de muerte y sin oportunidades, concluye el líder indígena, Silverio Morales.
Fuente: YSUCA