Desde el pasado fin de semana, familias de la comunidad Valle Nuevo, en la Isla Tasajera, en San Luis La Herradura, en el departamento de La Paz, han recibido amenazas de desalojo por parte de la familia Closa Salazar, que reclama la propiedad que dicen les corresponde.
Las familias, en el marco de una serie de intimidaciones por parte de las autoridades policiales, fiscales y personeros, que se presume son enviados de la familia Closa, reclaman al presidente de la República, a quien en tiempos de campaña le dieron el voto de confianza, pues les prometió que no serían desalojados, que les legalizaría las tierras y les construiría una clínica comunal. Además, les prometió que tendrían acceso a agua potable, pues actualmente no cuentan con el servicio. Todas estas promesas fueron incumplidas, dijo Juan Gregorio Rodríguez, habitante de la isla.
La ministra de Vivienda, Michelle Sol, prometió a las familias de la Isla que les apoyaría con una solución habitacional. Al lugar han llegado delegados del Ministerio de Vivienda y el Fondo Nacional de Vivienda Popular FONAVIPO, supuestamente a levantar un censo.
Leonardo Funes, líder de la Asociación de Desarrollo Comunal ADESCO, explicó que ellos en ningún momento han aceptado ser reubicados y que no se ha agotado el proceso, por lo que cuestionan que el censo sea para ayudarles, pues ambas instituciones hablan de reubicarlos en otras zonas.
YSUCA intentó conversar con los delegados del Ministerio de Vivienda para que explicaran el proceso, pero se abstuvieron de brindar declaraciones, aseverando que no están facultados para dar información.
La tranquilidad de las 200 familias de la Isla Tasajera ha sido perturbada. Algunos de ellos por cuidar sus hogares llevan más de seis días sin trabajar o comercializar sus productos, pues tienen miedo a que atenten contra sus hogares, así como ya lo hicieron con otras viviendas.
Evangelina es una mujer que lleva más de 40 años viviendo en la zona. Ella, junto con su esposo cultivan marañones en un pequeño terreno de dos manzanas, para posteriormente vender las semillas. El pasado domingo, cuando iban a ver el terreno, encontraron la siembra quemada. El trabajo de muchos años quedó convertido en cenizas.
Durante la visita que YSUCA realizó a la Isla se pudo observar cercos derribados y cultivos dañados. Las familias piden al Ejecutivo que cumpla su promesa y los dejen habitar en la Isla, les den sus escrituras y hagan justicia en favor de las familias que habitan y trabajan en la zona y no favorezcan únicamente al poder económico.
A pesar de que no existe una orden de desalojo, agentes de seguridad y delegados de la familia Closa han dañado la propiedad privada de los habitantes de la Isla Tasajera.
Fuente: YSUCA