Luiz Inácio Lula da Silva tomó posesión este domingo para un tercer mandato, no consecutivo, al frente de a Presidencia brasileña, luego de imponerse en las elecciones del pasado 30 de octubre frente al mandatario saliente, Jair Bolsonaro, quien abandonó el país el 30 de diciembre, rumbo a Estados Unidos (EE.UU.)
La Praça dos Três Poderes, sitio donde se produce el cambio de mando, alcanzó sobre el mediodía de este domingo el aforo máximo para la ceremonia, según informaciones de la Policía Militar del Distrito Federal (PMDF). El límite para el evento era de 30.000 personas. Por razones de seguridad, el público ya no podrá ingresar al sitio.
Lula lamentó «proyecto de destrucción nacional» que lo antecedió.
En su primer discurso ya juramentado como Presidente de la República, la tarde de este domingo (1º), Luiz Inácio Lula da Silva (PT) criticó el gobierno de Jair Bolsonaro (PL). Lanzó duros ataques contra el expresidente, quien dejó la presidencia y se fue a EE.UU. el viernes pasado (30), incluso sin mencionar su nombre.
“El mandato que recibimos, frente a opositores inspirados en el fascismo, será defendido con las facultades que la Constitución le confiere a la democracia. Al odio, responderemos con amor. A la mentira, con verdad. Al terror y a la violencia, responderemos con la Ley y sus consecuencias más duras», dijo Lula.
Los valores del bolsonarismo fueron criticados por el presidente, quien pidió un nuevo espíritu de valores en la dirección del país y en las calles. “Bajo los vientos de la redemocratización, dijimos: ¡dictadura nunca más! Hoy, después del terrible desafío que vencimos, debemos decir: democracia por siempre”.
En otro fragmento, el presidente lamentó las consecuencias del gobierno de Bolsonaro y las condiciones en las que recibe al país. “Es sobre la base de terribles ruinas que asumo el compromiso de, junto con el pueblo brasileño, reconstruir el país y hacer de nuevo un Brasil de todos y para todos”, explicó Lula.
“Es espantoso el diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición. Vaciaron recursos de Salud. Desmantelaron Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Destruyeron la protección del Medio Ambiente. No dejaron recursos para comedor escolar, vacunación, seguridad ciudadana”, lamentó el presidente.
El petista criticó el clima bélico que vive el país, alimentado por Bolsonaro y sus seguidores y anunció que debería cancelar una de las principales medidas de su antecesor cuando aún ocupaba el Palacio del Planalto. “Estamos revocando los decretos penales para ampliar el acceso a armas y municiones, que tanta inseguridad y tanto daño causaron a las familias brasileñas. Brasil no quiere más armas, quiere paz y seguridad para su pueblo”.
La pandemia del coronavirus recibió especial atención de Lula en su discurso. El petista recordó a los fallecidos por la enfermedad y criticó la conducción de la crisis epidemiológica, realizada por el gobierno de Jair Bolsonaro.
“El período que acaba de terminar estuvo marcado por una de las mayores tragedias: el covid-19. En ningún otro país el número de víctimas fatales fue tan alto en proporción a la población como en Brasil, uno de los países más preparados para enfrentar emergencias sanitarias, gracias al SUS», lamentó el presidente, que insistió en el tema.
«Esta paradoja solo puede explicarse por la actitud criminal de un gobierno negacionista e insensible a la vida. Las responsabilidades de este genocidio tendrán que ser investigadas y no deben quedar impunes. Las víctimas», concluyó Lula.