Gino Germani, sociólogo ítalo argentino, considerado el padre de la sociología argentina, en el prólogo de la obra “El Miedo a La Libertad” escribe, “la democracia depende de la capacidad de autogobierno por parte de los ciudadanos. Esta solo puede subsistir, si se logra un fortalecimiento y una expansión de la personalidad de los individuos. Pero ciertas características de la estructura social, han colocado al hombre en un profundo aislamiento y en una soledad moral, que facilitan el sometimiento voluntario de la individualidad a autoridades omnipotentes”.
Por: José Guillermo Mártir Hidalgo
La dictadura constituye uno de esos mecanismos de evasión de la libertad. Una dictadura es una forma autoritaria de Gobierno, que pretende el control de la comunicación de masas y de las organizaciones sociales para mantener al líder en el poder. Las características de la dictadura son: el líder no tiene partido político o es débil, la personalidad del líder se aprovecha para suprimir la libertad de expresión y mantener la supremacía sobre las masas, la propaganda política se emplea para disminuir la influencia de los defensores del sistema de gobierno alternativo, hay colaboración entre la Policía y el Gobierno y usa una ideología conveniente.
El psicoanalista judío alemán Erich Fromm, va a analizar la estructura de carácter del hombre moderno que hizo posible entregar su libertad al fascismo. En “El Miedo a la Libertad” comienza esbozando, que el hombre nace en un escenario anticipado. La estructura económica de su sociedad determina su modo de vida, la cual operará en el desarrollo de su persona. Explica que, al nacer, el individuo carece de libertad. Pero en la medida en que el niño crece, va cortando sus vínculos primarios y tiende a buscar la libertad y la independencia. El proceso de crecimiento tiene un carácter dialéctico: se va dando una creciente individuación y a la vez, una paulatina sensación de aislamiento e inseguridad.
Del mismo modo la sociedad medieval contrasta con la sociedad moderna, en que al individuo le faltaba auto conciencia, pero, se hallaba arraigado a un todo estructurado. La sociedad medieval se derrumba con el renacimiento y emerge el individuo en el sentido moderno. Con la evolución del capitalismo, se pierde la solidaridad entre los hombres y surge un nuevo individualismo. Hubo un deterioro en el sentimiento de seguridad y pertenencia de la gente. Esto porque el capitalismo liberó al hombre de sus vínculos tradicionales. Contribuyó al aumento de la libertad positiva, pero, originó un individuo más solitario y separado. El calvinismo y el luteranismo, ofrecieron soluciones para hacer frente al sentimiento de inseguridad. El principio de la completa sumisión se interpretó, como sumisión absoluta a las autoridades mundanas. La doctrina de la predestinación, justificó la desigualdad entre los hombres. Y la tendencia compulsiva al trabajo, sojuzgó al individuo como recurso para fines económicos.
Las principales formas de evasión colectiva han sido el autoritarismo, abandonar la independencia del yo individual y fundirse en algo o alguien exterior a uno mismo a fin de adquirir la fuerza que el yo individual carece. El carácter autoritario es la base humana del fascismo. Otro mecanismo es la destructividad, eliminación o anulación de toda amenaza exterior. Su raíz se encuentra en la sensación de aislamiento e impotencia del individuo. El grado de destructividad es proporcional al grado de mutilación de su vida. Y la conformidad automática, cuando el individuo deja de ser el mismo y adopta una personalidad proporcionada por las pautas culturales.
Fromm explica el nazismo en términos psicológicos. Expone que el carácter social de la pequeña burguesía alemana, el núcleo de los nacionalsocialistas más exaltados, presentaba un ansia de sumisión y un apetito de poder. Su frustración social la llevó a identificarse con la ideología nazi. Se creó una jerarquía en la que cada cual tenía un superior a quien someterse y algún inferior sobre quien ejercer poder.
Asevera que, en nuestra cultura, la educación elimina la espontaneidad y sustituye los actos psíquicos originales por los impuestos desde fuera. Nos hemos transformado en autómatas, por lo que somos suelo fértil para los propósitos del fascismo. Fromm sugiere que para el progreso de la democracia debe acrecentarse la libertad positiva, es decir, la afirmación plena del carácter único del individuo, asimismo, incrementar su iniciativa y espontaneidad. Considera que la democracia, es un sistema que crea condiciones dirigidas al desarrollo pleno del individuo, en cambio el fascismo, es un sistema que subordina al individuo a propósitos que le son ajenos y debilita el desarrollo de su individualidad.
El fascismo es una ideología, un movimiento político y un tipo de Estado totalitario, antidemocrático y ultranacionalista. El Estado Fascista es liderado por un gobernante fuerte. El fascismo ve la violencia política como medio para lograr una “regeneración” nacional, inculca obediencia a las masas, aprovecha los miedos y las frustraciones colectivas y las desplaza contra un enemigo común. El fascismo se legitima garantizando el encuadramiento social por todos los medios. A la par de utilizar todo tipo de actividad intimidatoria y su propaganda la limita a un número pequeño de ideas, las que repite incansablemente. Los movimientos fascistas fueron alimentados por las clases económicamente poderosas, para oponerse a los movimientos obreros y a la democracia liberal. El populismo nace del fascismo.