Los signos y síntomas que se observan en el diario vivir en nuestro país denotan un grave deterioro en la credibilidad y perspectivas para el futuro. Que indudablemente están afectando el tejido social y económico del país.
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
Si tomamos en cuenta lo económico, las recomendaciones lanzadas para El Salvador por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el cual se expresan las necesidades que el gobierno corrija la implementación del bitcoin como moneda de curso legal, una apuesta económica del presidente que ha sido un rotundo fracaso.
Por otro lado, señala el crecimiento del estado, la falta de transparencia en las finanzas públicas y el peligro que representa para el país continuar obligando a los bancos a cubrir los empréstitos del estado. Debido a que, si bien el sistema bancario se encuentra en condiciones para cubrir los préstamos. En términos coloquiales, se encuentran un poco flaco. Que cuando en finanzas te dicen esto, es como que lleves a tu hijo al médico y te diga: tu niño está bajo de peso y esto lo hace más proclive a contraer enfermedades por el debilitamiento del sistema inmunológico.
El FMI observa que el gobierno se encuentra en una postura de tirar la pelota hacia adelante, es decir, dejar la solución o el manejo de los problemas fiscales o financieros para los futuros gobiernos. Postergando las soluciones o abordaje de los mismo, para retomarlos, o que los retomen otros, más adelante.
Externando su preocupación por la baja en las reservas internacionales, que es el ahorro que tienen los países por cualquier desastre que pueda ocurrir y se considera saludable mantener, para cubrir importaciones, al menos tres meses. En el caso nuestro, sólo se tienen reservar para cubrir un poco más de un mes.
El decrecimiento de las reservas internacionales se venía observando desde que Bukele asumió el poder. Precisamente parte del pago de los bonos realizados hace poco, se tomó dinero de las reservas. Ahora el impacto en la microeconomía se ha hecho sentir con el alza de los precios en la canasta básica.
Ante esto un diputado del partido de gobierno dijo que todo se debía a que a los salvadoreños nos gusta comer bien. Esas declaraciones de un diputado del oficialismo sólo reflejan una crasa ignorancia de los problemas del día a día, del vivir del ciudadano. Otra flamante abogada en un programa de opinión en televisión, Tania Pastor, dijo que los salvadoreños carecemos de educación financiera, por eso gastamos más de lo que ganamos. Pero una familia que recibe un sueldo mínimo debe hacer milagros para sostener a su familia con esos ingresos, que ya era apremiante anteriormente, no digamos en estos momentos.
Estas justificaciones que tratan de inculpar al ciudadano no sorprenden debido a que el propio ministro de hacienda dijo que la inflación era algo psicológico.
En lo social, la implementación del régimen de excepción evidencia el fracaso de las políticas de seguridad pública, conduce a un empoderamiento de los cuerpos de policía y ejército a cuerpos represivos. Es evidente el maltrato por miembros de la policía y el ejercito a innumerables ciudadanos que, por residir en zonas pobres o marginadas, o por apariencia, han sido llevados a la cárcel sin demostrar delito alguno.
También el régimen ha servido para intimidar a la población, a los cuales se les ha obligado a desalojar sus lugares de vivienda o trabajo informal. Con la amenaza que si resisten se les va a aplicar el régimen. Otro de los usos es la persecución a opositores políticos. Como la captura de sindicalistas que exigían sus derechos, pobladores de comunidades como en el bajo Lempa.
La captura de los dirigentes comunitarios en la comunidad Santa Marta. Este caso, es demostrativo de cómo se está manejando el aparato de justicia en nuestro país. La acusación surge porque los familiares de una señora solicitaron colaboración a la fiscalía para encontrar los restos de una familiar asesinada en la pasada guerra civil.
La fiscalía armó el caso acusando a los dirigentes capturados por privación de libertad, asesinato y agrupaciones ilícitas. Tomando en cuenta las declaraciones de un testigo criteriado. Sin aportar prueba alguna, y de acuerdo con la fecha señalada del asesinato, los supuestos hechores del crimen no se encontraban en la zona, sino que en el volcán Guazapa, debido a que los imputados eran guerrilleros y participaron en la ofensiva de 1989. Sin embargo, y a pesar de no aportar prueba alguna, ni cuerpo del delito, continúan presos.
Recientemente corrió por las redes sociales la noticia de que la cooperativa financiera que otorga el subsidio al gas propano suspendería el beneficio del subsidio a los ciudadanos de un día para otro. La noticia cayó como balde de agua fría. La cooperativa suspende el pago debido a que el gobierno no había cumplido con su compromiso de retribuir el dinero que correspondía.
Este caso nos da la oportunidad de medir el humor de las personas al alza de precios. Y que encima de esto eliminen subsidios hace caldear los ánimos. Afortunadamente el pago se efectuó.
El gobierno debería estar menos preocupado por la reelección del presidente y más en temas vitales para la población. El presidente debe tomar en cuenta, que por más concursos de belleza o movimientos para que le otorguen el Novel de la paz. “Cuando chillan las tripas” eso sale sobrando.
*Biólogo investigador
