Proyectos religiosos y cambios generacionales. Iglesias “no localizadas o multisituadas”

La concepción de parroquia o congregación religiosa tiene una connotación vinculada con un área geográfica definida, como un espacio de interacción personal, varios templos manejan el concepto de una diócesis dirigida por un obispo local quien ejerce sus funciones, tomando en cuenta las particularidades de esta demarcación territorial (iglesia particular).

Por: Elio Masferrer Kan*

La pandemia impulsó la utilización de las redes sociales para el desarrollo de diversos servicios religiosos en muchos países latinoamericanos. Esta práctica había sido habitual en Estados Unidos donde los tele evangelistas habían consolidado la predicación por los medios de comunicación de masas. La búsqueda de nuevos recursos para la evangelización y el trabajo pastoral fue en paralelo al desarrollo de nuevos medios de comunicación que generan realidades virtuales.

La popularización del smartphone, un teléfono móvil o celular que funciona como una computadora, permitiendo además reproducir material multimedia, cámaras digitales, videocámaras y equipos de navegación GP por amplios sectores de la población, ha revolucionado la comunicación y nos permite enterarnos en tiempo real lo que está sucediendo en cualquier lugar del mundo eliminado el aislamiento y las posibilidades de control de los antiguos grupos de poder comunicacional. Derriba las fronteras a la vez que permite comparar las experiencias locales, con las de cualquier parte del mundo; expandiendo así las posibilidades del conocimiento. Los niños, adolescentes y jóvenes pasan horas del día mirando, escuchando y subiendo información a sus redes sociales. Cualquier situación que consideran relevante puede ser captada y enviada al espacio virtual, donde podría hacerse viral y compartida por innumerables personas.

Las iglesias tienen el desafío de llegar a estos millones de jóvenes; existen varias propuestas, una de ellas es el desarrollo de iglesias multisituadas (multi-site Church), que consiste en una sede localizada, articulada con participantes que se conectan a través de sistemas digitales a los servicios religiosos. Estas iglesias pueden a su vez generar varios campus con congregantes locales y virtuales, compartiendo ciertos contenidos. Siendo otros generados por los responsables locales. Un elemento estratégico es que el sermón puede ser grabado con anticipación e incluso compartido en momentos diferentes. También puede ser visto en repetidas ocasiones por el congregante virtual. (https://www.vanderbloemen.com/blog/the-3-models-of-multisite-ministry).

Este modelo de iglesia multisituada ha sido cuestionada por teólogos que ven con sospechas un campus virtual que sustituye a la congregación, elimina la noción de ekklesia como asamblea, descarta las relaciones interpersonales “cara a cara” que generan un sistema específico de empatía entre los asistentes, desarrollando una gran dependencia del pastor principal que se transforma en “propietario de la palabra”. Destacan la pérdida del “control social” que se ejerce dentro de una comunidad presencial, donde un miembro en falta puede ser reprendido por la comunidad; en la iglesia virtual, el pecador no necesita arrepentirse de su mal testimonio y simplemente se muda a otro campus, donde no se lo “conoce”. (https://www.9marks.org/article/twenty-two-problems-with-multi-site-churches/).

Recientemente la sociedad de Monterrey, México, se enteró de la llamada Iglesia del WhatsApp en esta ciudad, se trató, en este caso, de la Iglesia del Dios Todopoderoso, originada en China, de origen cristiano, cuyos fundadores afirman que Jesús se reencarnó en una mujer; perseguidos por el Partido Comunista se refugiaron en Estados Unidos desarrollando una estrategia de iglesia multisituada llegando a los jóvenes mediante sus teléfonos digitales. La fuga de dos adolescentes y su refugio en la casa de otro adepto alarmó a la sociedad y cuestionó el papel de la Iglesia Católica. El asunto terminó sin mayores consecuencias, reintegrándose a la casa paterna (https://www.youtube.com/watch?v=LOkpNGR2PGI&t=47s).

Es importante entender los cambios en las visiones del mundo de las nuevas generaciones y sus formas de relacionarse con la realidad o con las distintas realidades localizadas y no localizadas en que coexisten nuevas formas de estructuración de la conciencia colectiva e individual y de satisfacción de sus necesidades espirituales. El desafío rebasa a los ministros de culto y son preguntas planteadas a las distintas generaciones que componen nuestras sociedades complejas.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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