La nueva ética

El psicólogo francés de origen alsaciano, Pierre Weil, considera que es apremiante el regreso de la ética. Una de las profesiones que necesita de más altruismo es el político. Une y desune a los políticos el amor al poder. El desafío del político es pasar del amor al poder al poder del amor. El amor y la fraternidad son indispensable para restablecer la trilogía de la verdadera democracia: libertad, igualdad y fraternidad.

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*

En su obra “La Nueva ética” reflexiona que hay un desmoronamiento de los valores morales y la humanidad se encuentra en disposición a auto inmolarse. La primera ética es la Ética Moralista, la que se manifiesta en descargar en otros nuestras negatividades, en el maniqueísmo de la conducta humana, en los innumerables castigos y en la obediencia a la ley. En cambio, la Ética Esencial se origina en la visión “interior” que lleva a la sabiduría.

Según Carl Gustav Jung, psiquiatra suizo, los valores éticos brotan de una fuente espiritual de sabiduría y amor. Para adquirir la ética auténtica, hay que despertarla dentro de nosotros mismos y seguir su voz interior que es guiada por la conciencia universal. El paradigma newtoniano o cartesiano dirige la ética moralista, a través del cual el mundo es visto de manera fragmentada. Y en el paradigma holístico de la ética esencial, el universo es visto como un conjunto de eventos indisociables. Según el primer paradigma, el hombre es moldeado como una masa de barro. En el segundo paradigma, hay leyes que rigen todo el universo, las que se encuentran en cada una de sus partes.

En el hinduismo hay diez principios éticos a ser seguidos: Los yamas, aquello que debe ser evitado: no violencia, no mentir, no hurtar, no depravación sexual y no ambición. Y los nyamas, que llevan a la paz consigo mismo: pureza, complacencia, disciplina, estudio del ser y entrega de sí mismo a Dios. Uno de los maestros del Yoga, Sri Aurobindo, defiende la existencia de valores inherentes a la naturaleza y a la conciencia del universo.

La psicología aborda la ética bajo el ángulo de un sistema de valores humanos. Desde el punto de vista moral, un valor es una distinción de la conciencia de lo que está bien o mal. Es una variable de la mente, que hace que el ser humano escoja comportarse en una determinada dirección y dentro de determinada categoría. La variable es un factor causal que puede producir ciertos efectos. La variable independiente es una causa de valor constante. La variable dependiente es efecto de la causa y puede cambiar de valor. Un valor, por tanto, es una variable independiente que lleva a cierto tipo de comportamiento. Su aspecto cognitivo es la variable independiente, mientras que su aspecto afectivo y conativo es la variable dependiente.

El psicólogo norteamericano de origen polaco, Milton Rokeach, distingue dos tipos de valores: instrumentales, aquellos que una persona posee en relación a determinado modo de conducta. Y terminales, ligados a finalidades existenciales. La Teoría Cognitiva del cambio, estimula la auto insatisfacción como factor de transformación de actitudes. Precede al cambio de actitudes, el cambio de valores. Los valores instrumentales más comunes son ser honesto, solícito, con espíritu abierto, tolerante, amable, cariñoso y responsable. Los valores terminales más comunes son: libertad, igualdad, verdad, mundo de paz, mundo de belleza y amor maduro.

Stéphane Lupazco, filósofo francés de origen rumano, cree que todos los sistemas del universo son manifestaciones de la misma energía. Dos grandes contradicciones los rigen: potencialización-actualización y homogeneización-heterogeneización. El sistema macro físico es una actualización de lo homogéneo y una potencialización de lo heterogéneo. El sistema biológico es una actualización de lo heterogéneo y una potencialización de lo homogéneo. El sistema micro físico igual que el sistema neuro psíquico, es un medio camino entre la potencialización de lo homogéneo y una actualización de lo heterogéneo. La ética es un comportamiento físico, biológico y psicológico del hombre en su lucha con fenómenos internos y externos del sujeto-objeto y de lo inconsciente-consciente. La ética macro física es homogeneizante y enfatiza la permanencia. La ética biológica es heterogeneizante y pone de relieve la diversidad. La ética psíquica es potencialización y actualización de lo homogéneo y heterogéneo del sistema aferente, información del mundo exterior al cerebro y del sistema eferente, información del cerebro al mundo exterior.

Weil es de la opinión que, partiendo de los centros energéticos del ser humano, en la tradición del Yoga, es necesario un sistema de valores éticos. El primer centro energético es la seguridad, la cual está ligada al instinto de defensa del individuo y la dualidad principal es el ataque-defensa. El segundo centro energético es la sensualidad, ligada a la reproducción y al sexo, siendo la dualidad principal el placer-dolor. El tercer centro energético es el poder ligado a la preservación de la vida en la sociedad, su dualidad principal es ascendencia-sumisión. Estos tres primeros centros energéticos son sistemas ligados a la defensa de la persona.

El cuarto centro energético es el amor, ligado a querer y a contribuir a la felicidad de todos los seres vivientes, siendo su dualidad predominante el altruismo-egoísmo. El quinto centro energético es la inspiración, se comienza a ser creador, porque una vez abierto el corazón para el mundo, las personas reciben, cada vez con más frecuencia, inspiraciones. El sexto centro energético es el conocimiento, ligado a la verdad, siendo la dualidad principal cierto-equivocado. Y las tres formas de buscar la verdad son la sensorial-racional, a través de la emoción-intuición y por medio de la sabiduría. El séptimo centro energético es transpersonal, es la búsqueda de lo absoluto o el espacio primordial de Dios. La dirección de la ética psíquica es en dirección a la espiritualidad.

Los principios, axiomas y valores comunes a todas las religiones y tradiciones espirituales son cultivar las cualidades humanas positivas de la tolerancia, la generosidad y el amor, así como reducir nuestro egoísmo y servir a otros. Si se despiertan todos los valores constructivos relacionados con cada uno de los centros energéticos, en todos los ciudadanos del mundo, habría una mayor contribución para la paz.

*Psicólogo salvadoreño

Si te gustó, compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial