El término “posverdad” es neologismo, ya aceptado por el “Oxford English Dictionary” y la Real Academia Española de la Lengua, cuyo significado es: circunstancias en los que los hechos objetivos, no influyen tanto como lo planteado a la emoción, y se vuelve determinante, para la toma de decisiones políticas. Es usado por los políticos como “verdad” que se basa en la emoción, pero que es una falsedad, que induce al “error político o electoral”.
Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra
El termino, “posverdad”, se acuño desde el 2016, durante el proceso de consulta sobre el “BREXIT” (la separación del Reino Unido, de la Unión Europea), cuando los políticos apelaron a elementos emocionales, por sobre la verdad de los hechos, en un fenómeno de acomodación a explicaciones simples, que apelaban a la emoción, pero que se alejaban de la realidad.
Durante la campaña electoral del presidente Bukele, un analista explicaba, que esa campaña, “se definiría emocionalmente y no, por circunstancias lógicas”, y así fue, por lo que explicaré ese fenómeno, bajo dicho concepto.
El lema “devuelvan lo robado”, fue utilizado inicialmente, contra una persona, luego se amplió a su partido político y después, hacia el sistema democrático y republicano; para probar que éstos eran corruptos y disfuncionales: así debíanse cambiar. Este mismo concepto, fue utilizado contra el FMLN, en su relación con ALBA PETROLEOS, lo cual creo una división interna, que afecto, a su cúpula y posiciono a quienes siguieron a Bukele, como los verdaderos revolucionarios.
El segundo lema fue, “protegemos la vida, lo demás no importa”, que permitió el ocultamiento de la información pública y que se aceptaran, desde la pandemia, el desaparecimiento de los controles institucionales.
El tercer argumento utilizado fue, la “guerra contra las pandillas”, que permitió la utilización de la Fuerza Armada y la PNC para el dominio poblacional permanente y realizar reformas que permiten la permanencia del Régimen de Excepción y la supresión de los derechos individuales y económicos, sin objeciones; pues es para la protección de la vida humana.
El quinto argumento, se basa en la suma de las anteriores, pues se expone la necesidad de la continuidad presidencial, con la extensión de dicho poder a su familia, para la estabilidad y prosperidad nacional y de allí, la deificación de su imagen.
Como contramedida de la opinión internacional negativa, el Gobierno desarrolla una campaña en el exterior, que publicita la paz interior, en base a la fuerza, que es aceptada voluntariamente por el salvadoreño, según las encuestas del Gobierno y son la punta de lanza, de Nuevas Ideas para su expansión en Centroamérica.
Las encuestas más favorables (reales), indican que el Gobierno, tiene un máximo de 64% de aceptación, habiendo perdido 30 puntos en este tiempo, en la medida que los hechos se van imponiendo individualmente, por lo que el Gobierno, necesita la legitimación de las próximas elecciones, para justificar la conformidad con su mal Gobierno, por ello, necesita que no haya una competencia real electoral presidencial, pero que sí, exista para diputados y, al reducir el número de municipalidades, elimina una campaña negativa contra su persona y utiliza la propaganda masiva, para reafirmar sus engaños, pero a partir de la economía, se impone la verdad.
La posverdad es la evolución del populismo, pero en la aceptación del que recibe la información, por la saturación informativa, lo cual genera cierta comodidad, al no existir empatía. La posverdad, es el mayor enemigo del sistema democrático y con ello, de la República, por lo que sólo el entendimiento de la realidad que vivimos y, como afecta a todos, podrá devolvernos a la realidad, para tomar las decisiones políticas correctas.
