De nuevo ante un primero de mayo con alta manipulación, de poco valor a los intereses y motivaciones propias de la clase trabajadora

Estamos a las puertas de la conmemoración de la memoria histórica en la lucha por las “8 horas de trabajo; 8 horas de descanso y 8 horas para hacer lo que nos de la gana”, impulsada por los mártires de Chicago que ofrendaron sus vidas para avanzar en el mundo del trabajo a condiciones laborales de beneficio y protección para la clase trabajadora.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Este año se cumplirían 137 años de esa gesta histórica. Que fue atacada por las fuerzas del Estado y del capital, acusando de la infiltración de movimientos subversivos del orden republicano de aquel entonces, que evidenciaba movimientos huelguísticos desde el uno de mayo, en protesta por las condiciones de trabajo, entre estos Engel, Parsons, Fisher; Neebe, Lingg, Spies, Schwab, Fielden, los reconocidos en el incidente de Haymarket, de la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos.

Mucho de lo que el sistema republicano, democrático y representativo, promueve en el mundo del trabajo, es desconocer los orígenes y verdaderas motivaciones de la lucha, y se presenta como el Día del Trabajo, una fecha de descanso obligatorio, pero que en mucho se labora como cualquiera otro día laboral. Esto tiene que ver con la base ideológica que predomina en los centros y lugares de trabajo, en tanto la fecha es asociada a la acción de huelga y de protesta de los grupos sindicales organizados en el país; y que representa una fecha en todo el mundo; los propios USA no la reconocen, para evitar el juzgamiento de los hechos suscitados en esa fecha conmemorativa.

En nuestro país, hay escasos procesos para una educación histórica, para dar a conocer la fecha en lo que realmente significa, muchas presiones de los medios de comunicación no la promueven como algo importante para el país, en tanto hay oposición empresarial y del Estado a que las manifestaciones en ese día vayan siendo prohibidas, en tanto subvierten el orden establecido; recuerdan el discurso gubernamental del año anterior, que en pocas palabras, fue expresar que la movilización significaba el apoyo a las pandillas; y se convocaron el actual Ministro de Trabajo, a un hotel para hacer una actividad que manipulaba claramente los verdaderos intereses y motivaciones de las organizaciones sindicales.

La estrategia del poder, es siempre trabajar la división de los diferentes grupos sindicales organizados, en su pensamiento y acción; actualmente hay presiones importantes a estos grupos en tanto estamos en un proyecto pre electoral, que pretende ir tomando mayor fuerza para que las elecciones próximas manifiesten un alto apoyo al continuismo del actual Presidente Bukele. Y se presiona hacia la adhesión a estos intereses—el proceso político social salvadoreño avanza y va proyectando salidas al problema de gobernabilidad democrática en el país. Se dice al igual que en aquella oportunidad pasada (2022), la ratificación de convenios de interés de la clase trabajadora; en concreto lo que parece es una clara labor disociadora, de chantaje político, de anulación y señalamiento de los grupos sociales que están pensando movilizarse en esa fecha de manera más independiente y autónoma a esos intereses del gobierno y empresariales.

Las banderas de lucha son siempre importante señalarlas, en tanto demuestran el descontento, demandas hacia el Estado, gobierno y sectores empresariales; hay sintomatología que viene siendo una afectación concreta de los intereses y motivaciones laborales, el debilitamiento de las libertades sindicales—para el caso la pasada reforma previsional (dic2022), que ha profundizado la crisis de sostenibilidad del sistema previsional, de cooptación de los intereses financieros por parte del nuevo ISP, y de una clara lógica de dejar a plenitud la tarea previsional a las AFP, que claramente han visto desde sus orígenes, el tema de pensiones como un negocio y no como un derecho humano de las personas trabajadoras.
Los diferentes despidos del gobierno y de la empresa privada, que significan una reducción del empleo formal, en tanto los servicios públicos se van deteriorando para la ciudadanía, a partir de la llegada de funcionarios (as) sin la experticia y formación necesaria, y del fomento de la cuotas y clientelismo político de nuevas ideas, que lleva a una deficiencia integral de los servicios públicos diferentes que el Estado tiene a su cargo.

Nos vemos afectados por el alza en el costo de vida, la canasta básica de alimentos está cada vez menos accesible a los grupos poblacionales con menos poder adquisitivo, se valora incrementar el salario mínimo, fomentar el empleo decente, evitar endeudamientos públicos para favorecer la figura del Presidente, se presume una crisis alimentaria fuerte en poco tiempo, hay claras afectaciones negativas y un desmejoramiento de los ingresos de las personas trabajadoras, y la economía va siendo afectada en su desarrollo humano, con dificultades para salir de las condiciones inflacionarias externas e internas y de presiones políticas por parte de las economías más fuertes.

*Sindicalista salvadoreño

Si te gustó, compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial