Era el 24 de marzo de 2023, se conmemoraba el 43 aniversario del martirio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. “Como estamos en régimen de excepción, esta fiesta tiene que ser también excepcional”, dijo el cardenal Gregorio Rosa Chávez, durante la homilía en catedral metropolitana.
Por: Kenia Gómez
Muchas personas nos hacen dos preguntas a los pastores, continuó. La primera es ¿qué diría Monseñor Romero acerca de la situación actual? La segunda, ¿qué haría él ahora? Para el cardenal la respuesta es clarísima, pero difícil: El pastor debe estar donde está el sufrimiento, así lo dijo Monseñor Romero.
Haciendo referencia a las citas bíblicas, mezclaba su reflexión con la realidad actual de El Salvador. Monseñor Romero supo dar voz a los que no tienen voz y estuvo siempre donde había sufrimiento, ¿Qué pasa ahora? ¿Qué nos diría a nosotros los pastores?, cuestionó el cardenal Rosa Chávez, frente a la gran cantidad de salvadoreños que lo escuchaban.
No podía faltar la comparación de las palabras de Jesús con quienes han sido desalojados del Centro Histórico de San Salvador y con las madres que tienen a sus hijos presos. ¿Pueden contar con nosotros?, se preguntó. “Siento tristeza, frustración, vergüenza, impotencia y sentido de culpa”, fue la respuesta del cardenal. Nos hemos acobardado, hemos caído en la indiferencia, parecemos un pueblo anestesiado, agregó.
Según el cardenal Rosa Chávez, la idea central de esa homilía del 24 de marzo era la exhortación de Monseñor Romero cuando dijo que el pastor debe estar donde está el sufrimiento, explicó en una entrevista publicada en el semanario católico de información “Alfa y Omega”, de la Fundación San Agustín, vinculada a la Arquidiócesis de Madrid, España. “Era un mea culpa en nombre de quienes están llamados a pastorear al pueblo que sufre”, dijo al semanario católico
La juventud está tras las rejas
En la homilía del 24 de marzo, el cardenal hizo referencia a que muchos les preguntaban qué habría dicho Monseñor Romero sobre el régimen de excepción y sobre la situación de los presos. Se persigue sobre todo a jóvenes que viven en zonas de riesgo y alta vulnerabilidad, sin contar con un motivo específico de detención. La juventud está tras las rejas, dijo el cardenal. Su análisis surge tras los datos que ha recabado la oficina de Tutela Legal del Arzobispado que documentó en 2021, unos 272 casos, correspondientes a 301 personas detenidas. Del total de casos, 166 son hombres y 64 mujeres. La mayoría son jóvenes entre 18 y 29 años. En lo que va del 2023, se han recibido 44 casos, agregó el cardenal.
Pero además existe un estigma contra estas poblaciones que viven en zonas consideradas peligrosas por la presencia de pandillas. “Los soldados y los policías piensan que si viven allí, son pandilleros. Punto. Por tanto, los llevan presos”, reflexionó el jerarca de la Iglesia Católica.
En la entrevista concedida al semanario Alfa y Omega, el cardenal amplió su reflexión en cuanto al régimen de excepción. “Es un plan que se ha convertido en permanente y visto superficialmente parece que ha sido un éxito total. Sin embargo, suscita graves interrogantes, ya que el precio de la tranquilidad de la población es alto”, dijo cuando le consultaron por el régimen de excepción que lleva 13 meses en el país.
“No es lógico defender al pueblo, estando uno seguro, ser un privilegiado cuando el pueblo carece de protección”, reflexiona.
“No imagino a mi país convertido en una inmensa cárcel, pero caminamos en esa dirección”
El cardenal lamentó que El Salvador se encamine a convertirse en una enorme cárcel. Dijo que las detenciones masivas que han ocurrido durante el régimen de excepción, le recuerda a los campos de concentración de los nazis. Añade que el gobierno con su propaganda, se ha deleitado con esas escenas y muestra lo que le espera a quien caiga en manos de la policía o los soldados. Para Rosa Chávez, “la presunción de inocencia no parece entrar en la fórmula de quienes se ocupan de la seguridad del pueblo salvadoreño”.
Además, señaló que en El Salvador el debate parlamentario es solo formal, pero todo se cocina en Casa Presidencial. Y cuando se reclama, la respuesta es que es un mandato del pueblo y que no hay nada que dialogar.
El Salvador: un país que recorre el camino de la amargura
La homilía del 24 de marzo, donde se conmemoraba el martirio de Monseñor Romero, era propicia para hablar del sufrimiento del pueblo. Y al cardenal que estuvo cerca del mártir, le surgieron muchas preguntas.
“El mundo nos observa. No somos una isla en el universo”, dijo Gregorio Rosa Chávez, en aquella conmemoración. El cardenal sabía que esa homilía, donde denunció las injusticias que se cometen en El Salvador, tendría un precio. “Es la homilía que me ha traído más sufrimiento, tanto antes como después de haberla pronunciado en la catedral de San Salvador”, dijo el cardenal.
“Y vino el chaparrón más salvaje que he recibido en mis 40 años como obispo. Incluso gente que me aprecia reenvió alguno de los mensajes más ofensivos y vulgares. Recordé una frase que repitió varias veces Monseñor Romero: “Me estoy quedando sin amigos”, dijo Rosa Chávez al semanario Alfa y Omega.
Las duras críticas contra el cardenal eran obvias, luego de exponer la realidad salvadoreña y luego de que la Iglesia denunciara las torturas, abusos y encarcelaciones de inocentes, documentadas por distintas organizaciones. Ante lo cual, según el cardenal, la Iglesia ha sido “una voz que clama en el desierto”.
El cardenal recordó a Monseñor Romero cuando dijo: “nada me importa tanto como la vida humana”. Lo que más se necesita hoy aquí es un alto a la represión, dijo el jerarca. Agregó que muchos se escandalizan de estas palabras y quieren acusar a la Iglesia de que ha dejado la predicación del Evangelio para meterse en política. No acepto esta acusación, enfatizó.
Durante la homilía el cardenal también señaló que muchos extranjeros que llegan a El Salvador, llegan a un país virtual, el que ha vendido la propaganda multimillonaria, con gran éxito, en el exterior. Otros vienen al país real, en el que no sólo existe un moderno aeropuerto y playas maravillosas, sino en el que existe también el dolor y el sufrimiento, dijo.
Ante la pregunta de si la Iglesia había dialogado con el presidente Nayib Bukele, aseguró que cuando fue elegido, los obispos lo visitaron para felicitarlo y ofrecerle colaboración. “Fue una reunión breve, en la que expresó su aprecio por nuestra labor, pero no se habló de ningún mecanismo de comunicación entre el Gobierno y nosotros”, dijo el cardenal. Aseguró que después no ha habido otro contacto directo con él o con su equipo.
Gregorio Rosa Chávez dijo ser un hombre de paz y pocas veces ha alzado la voz; sin embargo, sostiene que “el gobierno se ha caracterizado por un lenguaje de confrontación y no está abierto al diálogo, no fomenta la unidad de la población y trata con extrema dureza a quienes considera sus adversarios”.
Nota basada en las declaraciones del cardenal Gregorio Rosa chávez en el semanario Alfa y Omega y en su homilía del 24 de marzo de 2023
Fuente: Radio YSUCA
