La situación de las personas trabajadoras continúa siendo negativa en los términos económico-sociales, a partir de un alto nivel de inestabilidad laboral alcanzado—más de 20,000 empleos en el sector público desde junio2019; y más de 3000 en la industria de la confección de prendas e indumentarias (maquilas); que se manifiesta en reducciones de la plantilla laboral, a partir de suspensiones del contrato individual de trabajo, implicando la reducción del salario; despidos en cantidades importantes; cierre de empresas por problemas en la cadena de suministros, que lleva a elevación de costes de producción. Además, se manifiestan conflictivas relaciones laborales que sostienen dificultades en el sostenimiento de los empleos y en la contratación de nuevos empleos.
Por: Róger Hernán Gutiérrez*
Las actividades económicas en el agro, las otras industrias, y la actividad comercial y servicios, se ven afectadas por mayores índices inflacionarios que repercuten en la elevación de los costes de producción, resultado de los altos precios en la cadena de provisión y suministros de materias primas y servicios logísticos. Y hay repercusiones de un debilitamiento productivo, que afecta los ingresos del Estado, así como el sostenimiento de empleos productivos; en tal sentido se sostienen políticas demagógicas que cubren la situación de insostenibilidad de los negocios y el decrecimiento de los empleos formales, el aumento de la informalidad que se ve mayormente presionada por desalojos y presiones políticas, resultado de políticas locales y del gobierno central, por aparentar cambios que no llevan a un real mejoramiento de la economía del país.
La situación crítica mundial, ha incrementado los índices inflacionarios internos, encareciendo los diferentes bienes y servicios; la provisión de recursos alimenticios, energéticos, logísticos, de transporte, desarrollo tecnológico, financieros, fiscales, educacionales, de vivienda, etc. Se ven encarecidos en sus precios, que lleva a una clara afectación directa al bolsillo de las personas trabajadoras, que ven pauperizadas sus condiciones de vida y laborales, dando una existencia con alta inestabilidad (reducción) de los puestos de trabajo, desmejoramientos en cuanto a calidad y cantidad de los empleos, los salarios afectados que no compensan el alto costo de la vida, derivando en una grave disminución y debilitamiento del poder adquisitivo y de los ingresos en los sectores históricamente empobrecidos.
La institucionalidad pública ha continuado debilitándose en el sostenimiento fiscal—aunque demagógicamente se habla de una buena recaudación—no obstante, se continúan deteriorándose los servicios públicos, la prevalencia de una ciudadanía despojada de derechos humanos y con libertades restringidas, la representación de grupos y entidades sociales organizadas para la defensa y protección de dichos derechos, está con graves dificultades resultado de la cooptación de las instituciones y la concentración de funciones, a partir de determinados centralismos aprobados de manera legislativa, a satisfacción de los mandamientos del ejecutivo, lo que tiene como resultado anulación y deterioro de servicios públicos, restricciones presupuestarias graves, confusión ciudadana para demandarlos y altos grados de descomposición.
Como resultado de estas centralizaciones en la forma de ejercer el poder en el aparato del Estado, lleva a una clara desprotección de servicios públicos en la defensa ciudadana y beneficio social a la población integrada a los sectores de mayor necesidad y, llevando a la exacerbación de los parámetros de empobrecimiento de la población laboral. Además, afectaciones directas a los servicios sociales de salud, educación, vivienda, transporte público, recreación, entre otros que siendo así desfavorecen plenamente el desarrollo humano y la situación que conduzca a un bienestar común, como lo requiere el texto constitucional.
Situaciones de “mega y pequeñas obras” simultáneamente, que llevan a provocar en la población un efecto mental a través del sistema de comunicación—redes sociales—del oficialismo que las refuerza como algo de mucho valor y de beneficio del pueblo. Situación que lleva a crear un caos en la rutina de tránsito y movilidad de los salvadoreños(as)—mayor accidentabilidad vial, riesgos psico-sociales para las diferentes necesidades de la población, aumento de la criminalidad común en el transporte público y zonas desprotegidas de los diferentes municipios.
Hay problemas en la provisión de alimentos necesarios y básicos; pan francés y tortillas en aumentos de precio y deterioro en la calidad; aumento en el valor monetario de verduras, frutas, cereales, medicina, tiempos de comida incrementados en más del 50% del valor del año pasado. Esto lleva a fuertes presiones en los negocios de sostenibilidad y de ingresos. Existencia de un marco de deterioro de las actividades agropecuarias, débil apoyo en logística institucional para el sostenimiento de la producción alimentaria y desarrollo del agro. Alta concentración de población sin trabajo y en ocupaciones que no sustentan los suficientes ingresos propios y para la familia, además de niveles acumulativos de migraciones a la ciudad y al país del norte, que tienen a su base problemas en la economía del país.
*Sindicalista salvadoreño