Más de una vez me preguntan si en verdad creo “que es lento, pero viene…”. Veamos si este caso lo confirma. Hace más de un año, todavía en pandemia la profesora de historia Liliana Janko de San Javier (Santa Fe) donde se produjo el 21/04/1904 la masacre de un centenar de mocovíes y que cursó mi seminario virtual sobre Conquista y Genocidio, junto a la profesora de patrimonio cultural Natalia Barrios comenzaron a elaborar un proyecto llamado “El pasado pervive entre nosotros/as” para visibilizar lo ocurrido desde una mirada local y con la activa participación de sus alumnos del Instituto Paucke.
Por: Marcelo Valko*
Como denuncio en “El malón que no fue” en aquella oportunidad finalizando el segundo gobierno de Roca no hubo malón sino matanza, disparando hasta desde el campanario de la iglesia que continua tan altivo inmaculado e indiferente a los avatares humanos como aquel fatídico día. Pues bien, las docentes presentaron un proyecto que contó con el aval de la UNQUI y que a mí me pareció sencillamente maravilloso. La primera parte del proyecto llamada “Memoria de Rebelión” consiste en la creación de un circuito de los sitios significativos de aquella masacre instalando una señalética en QR donde cualquier pueda leer sobre lo ocurrido.
Dado que San Javier es un paraíso de pescadores que incluso vienen del extranjero sin mencionar que allí nació Carlos Monzón que fue campeón mundial de boxeo y terminó sus días como femicida y que además tenía ascendencia mocoví aunque nunca hablo de su origen, son numerosos los visitantes que llegan a San Javier circunstancia que incrementa la importancia de la señalética histórica.
Durante la mañana de 12 de mayo se realizó un acto para dar por inaugurado el circuito. Al mismo fueron especialmente invitados referentes de la comunidad originaria como Angela Lanche y el Néstor Lanche que además es un eximio artesano. Lo interesante del caso es el vínculo de los alumnos con el proyecto dado que un hermoso grupo de jóvenes se instaló en los distintos puntos del circuito para informar a los asistentes que lo recorrimos. Los alumnos nos guiaban por el casco céntrico señalando los “cantones”, las azoteas desde donde se perpetró la matanza mientras resaltaban distintos contextos. Sin duda uno de los aspectos más interesante del proyecto de las docentes Janko y Barrios es lograr que los estudiantes se comprometan activamente con la historia local. Sin ninguna duda todas las miradas suman y todas las voces sirven para avanzar.
Por la tarde ofrecí una charla para los alumnos y abierta a la comunidad que tuvo una recepción más que significativa. Más allá de los intereses que niegan la existencia de un país pluriétnico y se dedican a su invisibilización asegurando que todos los argentinos vinimos de Europa, las presencias que fueron ausentificadas continúan vigentes, sus voces se escuchan a través de nuevas voces, la memoria emerge intacta y un nuevo paradigma asoma en el horizonte.
*http://marcelovalko.com Es lento, pero viene…