Opiniones de expertos en agricultura en El Salvador e informes internacionales encienden las alarmas ante las amenazas climáticas para la alimentación.
Especialistas en riesgos cuestionan cómo el Estado enfrenta la amenaza que representa el fenómeno de El Niño para el país y cuáles son las medidas de prevención.
El coordinador de procesos de sustentabilidad para Ahuachapán (occidente del país) y especialista en gestión ecológica de riesgos de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), Miguel Urbina, señaló que los alimentos se van a escasear y, en su defecto, aumentarán de precio, a causa de la sequía y los efectos del fenómeno climático El Niño.
Esas valoraciones coinciden con datos de un estudio multidimensional de El Salvador elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) según el cual el cambio climático generará pérdidas de hasta el 24 por ciento en granos básicos en los próximos años.
Los eventos extremos causarán pérdidas del 18 por ciento en los cultivos de maíz y 24 por ciento en frijoles y arroz dentro de tres décadas, todos alimentos esenciales de la canasta básica de la población local.
El estudio ubicó al país entre los 20 más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos, con un largo historial de tormentas tropicales y sequías, así como sismos, que asolan las plantaciones de cultivos y dejado pérdidas humanas.
Ejemplificó que entre esos fenómenos se encuentran la sequía de 2015 seguido de fuertes precipitaciones que destruyeron el 60 por ciento de los maizales. En 2016, hubo otra sequía junto a la proliferación de la plaga del pulgón amarillo que arrasó los cultivos de sorgo, y dos años después, en 2018, hubo una sequía sin precedentes de más de 40 días sin lluvias.
Esos eventos causaron pérdidas equivalentes al 22.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2000 y 2012, acentuó el estudio.
Por otra lado, la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), a parte de lamentar la falta de atención gubernamental hacia la agricultura, abordó los altos costos de los insumos y que los productores se ven amenazados por el desarrollo de una sequía meteorológica y una canícula prevista para finales de julio.
Los voceros del sector agrícola y rural plantean que si no hay una respuesta del gobierno la situación económica de las familias no va a mejorar, y que más allá de ello, va a empeorar porque el maíz, el frijol, estos alimentos van a subir de precio.
El representante de la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgo (MPGR), Rubén Quintanilla, sostuvo hace unos días que la carencia de los alimentos empieza desde que los agricultores no pudieron sembrar por la falta de lluvias aún en junio, las cuales tienen un déficit del 54 por ciento a nivel nacional, con respecto a su promedio anual. (PL)