En una época de auge del negacionismo de las oscuridades del pasado reciente y mientras buena parte de la sociedad argentina se encuentra fascinada por el CECOT, la mega cárcel del salvadoreño Nayib Bukele o las promesas represivas que vomita a diestra y siniestra la candidata de la oposición Patricia Bullrich para cuando siente sus posaderas en la Casa Rosada, se produjo la repatriación del avión de carga Skyvan PA-51 utilizado por la Dictadura de 1976/1983 para deshacerse de los cuerpos de los detenidos desaparecidos.
Por: Marcelo Valko
En general, la muerte está asociada a “un vuelo”. A los chicos y no tan chicos suele decirse que tras fallecer una persona directamente sube al cielo para estar con Dios o se convierte en una estrellita brillante que nos mira y protege. Son numerosas las culturas que a lo largo del tiempo plantearon nociones similares.
Los nahuatl aseguraban que los guerreros muertos en combate acompañan al sol en su viaje por el firmamento. Incluso el vuelo tiene que ver con una modalidad terapéutica ya que numerosos pueblos americanos conciben el “vuelo chamánico” donde el sacerdote se desprende de su cuerpo para viajar en busca del alma de un enfermo que la “perdió” por algún maleficio o por “mal de susto” o “de viento”.
Más cercanos a nosotros tanto Cristo como Mahoma ascienden al cielo, incluso el Islam reconoce la roca desde donde el profeta subió en su “vuelo nocturno”. Aquí no tengo espacio para hacer un racconto o detalle, pero estos ejemplos sobre una creencia en el más allá aéreo, origen y morada donde conviven dioses, héroes y demás seres supongo que son suficientes para entender la idea.
Por desgracia, con los vuelos de la muerte, precisamente sucedió a la inversa. Durante la Dictadura Cívico-Militar, introducían en distintas aeronaves a los detenidos, en general dopados para facilitar la maniobra, una vez que sobrevolaban el Río de la Plata los arrojaban vivos al agua.
Así como la arqueología muestra que en la prehistoria se espolvoreaba ocre rojo sobre el cadáver como sustituto de la sangre dando vida, o lo que exhiben los enterratorios en posición fetal para renacer e incluso la simple transformación del finado en una estrellita, todos los casos aluden a un retorno.
Con los vuelos de la muerte, el “retorno” se produce de una manera no deseada por los asesinos y tienen que ver con las corrientes fluviales y marinas ya que decenas y decenas aparecieron en costas uruguayas y otros tantos en playas de balnearios bonaerenses.
En fotos que fueron desclasificadas en su momento por el expresidente Pepe Mujica se observan manos y piernas ferozmente amarrados con sogas de enrollar cortinas, con alambres de grosor diverso y elementos varios en una muestra de la crueldad improvisada en los campos de concentración. Todos los cuerpos presentan evidentes signos de haber sido ferozmente torturados. Obviamente cientos de detenidos lanzados de la misma forma acabaron por acción de los vientos y de otras corrientes en las fauces del océano.
Desde esa aeronave fue lanzada al río Azucena Villaflor fundadora y presidenta de Madres de Plaza de Mayo junto a otras dos Madres: Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco; también desde su bodega arrojaron al agua a las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon que colaboraban en la búsqueda de los desaparecidos.
Tanto ellas como otras personas fueron capturadas en la iglesia de la Santa Cruz donde se reunían. Es decir, las madres que buscaban a sus hijos desaparecidos fueron a su vez secuestradas y víctimas de los vuelos de la muerte para deshacerse de los cadáveres con objeto de que no existan pruebas del delito, como suele decirse en ámbitos de la Justicia si no existe el cuerpo de la víctima no es posible probar el delito.
Sin embargo, y dado que estamos hablando de regresos, sus cuerpos aparecieron en las costas y con el tiempo sus restos fueron identificados por los equipos de Antropología Forense.
El acto de repatriación del avión realizado el 26/06/2023 en el sector militar del Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires contó con la participación del flamante candidato a presidente del peronismo Sergio Massa y también de la vice presidenta Cristina Kirchner, buscó a todas luces maquillar de DDHH a Massa (hombre de la embajada de EEUU y de nítida ideología de derecha) dado que el Skyvan PA-51 estaba estacionado a sus espaldas.
Vale acotar que cuando la vicepresidenta hizo uso de la palabra en lugar de hablar sobre los vuelos de la muerte, motivo del acto, optó por referirse a la situación económica del país.
El avión de carga será trasladado al Museo de la ex ESMA (el mayor campo de concentración tortura y exterminio de la Dictadura) donde permanecerá como elocuente testimonio y prueba material que se inscribe dentro de un sistema de significaciones macabras de lo que padeció la sociedad argentina.
http://marcelovalko.com Es lento, pero viene…