Para todo político la imagen es algo primordial para cautivar votantes. El construir una imagen, de honradez y devoción por el prójimo, es una necesidad imperante para todo político que se somete al escrutinio del electorado.
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
Ya en el poder, eres preso de la imagen que proyectaste cuando pedías el voto, pero si la imagen que vendiste no corresponde al desempeño en el poder, te conviertes en traidor, porque no traicionaste únicamente a quienes confiaron en ti, sino que te traicionaste a ti mismo y tu imagen será de una persona sin ética y sin moral.
En una ocasión, me dirigía en autobús “especial” que hasta el momento no comprendo cómo cobran casi el doble del costo de los otros autobuses y permiten que se suban a vender o a pedir limosna a gritos.
En esta ocasión se subió un supuesto estudiante de Ciencias Jurídicas y su discurso versó en el régimen de excepción, que ahora todos estamos felices y contentos con este régimen que ha eliminado a todos los mareros terroristas de las calles. Y que todo eso se había logrado por ese gran diputado Guillermo Gallegos, que había propuesto la pena de muerte para todos los delincuentes.
Pero advirtió, si a alguno de ustedes no le gusta lo que digo, es porque está de acuerdo con los delincuentes o es familiar de ellos. Si usted quiere agredirme por lo que digo, sepa que aquí tengo mi teléfono en donde puedo llamar a la Policía Nacional Civil (PNC) para que en estos momentos lo vengan a capturar, por ser miembro de pandillas.
Una señora que viajaba a la par mía, me observó con una mirada como diciendo ¿ya ha este loco que le pasa? Este acto que para muchos puede pasar desapercibido, es reflejo de un régimen intimidatorio, prepotente y matón. El pobre señor quizá de tan confiado que se encontraba de estar protegido por todo un aparato de seguridad que nada le podía pasar. Se bajó confiado después de haber ofrecido a los pasajeros sus chocolates. No sin antes recordarnos que en las próximas elecciones votáramos por Guillermo Gallegos y así instaurar nuevamente la pena de muerte en el país.
La restauración de la pena de muerte en el país, ha sido el caballito de batalla de muchos demagogos y populista. A muchos les ha funcionado para ganar puestos y desde esa posición de poder venderse al mejor postor.
Cuando secuestraron y posteriormente asesinaron al niño Gerardo Villeda Kattán. La decana de la facultad en donde trabajaba, me dice visiblemente emocionada “Hoy si van a poner la pena de muerte”.
En primer lugar en nuestro país siempre ha existido la pena de muerte y precisamente ha sido el instrumento de quienes detentan el poder para amedrentar a aquellos que se atreven a cuestionarles, el secular poder que detentan las élites de forma arbitraria y abusiva. Hasta llegar al grado que pueden decidir quien vive y quien muere.
Yo le respondí, no pueden, jurídicamente es muy complejo, se deben denunciar tratados internacionales ¿Como que no pueden? (respondió) y los delincuentes si pueden quitarle la vida al niño. Aquí tenemos la diferencia entre venganza y justicia. Toda sociedad civilizada va a tener un sistema de justicia que vele porque todos los ciudadanos tengan acceso y derecho a la justicia, cosa que en nuestro país nunca ha existido.
Por la popularidad de la medida no me extrañaría que aparezcan nuevamente los políticos con ese discurso, aunque sepan que eso es otra patraña más para engañar incautos.
Tomando en cuenta a un personaje que se preocupa y utiliza millones y millones en sostener una imagen pulcra, limpia, de héroe mesiánico en la cual todo es culpa de los mismos de siempre, con la astucia para encontrar un chivo expiatorio, para endilgarle el problema y ocultar sus desaciertos o metidas de pata.
En este entorno de acontecimientos, ha ofendido a sectores poblacionales como a los mayores de sesenta años, llamándolos corruptos, lo mismo dijo de los alcaldes, incluyendo a los de su partido. Ahora la ha tomado contra los médicos, que a raíz de unas desafortunadas declaraciones que publicaron tres doctoras condujeron a su destitución. Una de ellas, con plaza de médico interno, que de no ser reinstalada impide su graduación.
A raíz de este hecho al menos 47 médicos internos realizan un paro, exigiendo la restitución de sus compañeras. En respuesta el gobierno destituyó a todos los médicos que participaron en la protesta. Este accionar como que amenaza con alborotar el avispero, precisamente porque no se puede ofender a todas las personas y esperar que las personas no se inmuten, al grado que “los creadores de contenidos” les llamaron mareros con gabacha. A lo largo de la historia los médicos han demostrado una tremenda solidaridad y gran espíritu de lucha.
Las exigencias de los galenos no se hizo esperar, al publicar sendos comunicados respaldados por 42 gremiales de médicos, exigiendo la inmediata reincorporación de todos los despedidos. Ante este hecho el gobierno reacciona expresando voluntad de dialogo, lo único que actúa con gran prepotencia y en tono amenazante como el individuo que se subió al autobús.
Para realizar el dialogo, excluye al Colegio Médico y los envía a conversar con el ministro de trabajo ¿que conocerá este señor del funcionamiento del sistema nacional de salud?
*Biólogo investigador