Alrededor de la figura del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, existe un culto a la personalidad con altos índices de popularidad, haciendo cosas carentes de una lógica política o ideológica, aseguró el académico salvadoreño Óscar Picardo.
Por: Luis Beatón*
En declaraciones a Prensa Latina, Picardo, director del Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia, valoró aspectos del gobierno de Bukele, visto por algunos como un “Mesías, como un salvador de la clase política, con una carrera meteórica de la alcaldía de Antiguo Nueva Cuscatlán a la de San Salvador, y de allí a la presidencia”.
El académico describió al mandatario como “un político joven que conoce muy bien el mundo de la comunicación, de las redes sociales y que señala con mucha vitalidad el pasado, pese a que él formó parte del Frente Farabundo Martí, del cual se distanció y desmarcó y después creó un modelo disruptivo que conecta muy bien con la gente emocionalmente”.
A juicio del investigador, hay contradicciones en el presidente, al decir “antes de las elecciones fue a hablar peste de China en la Heritage Foundation y después vino y tuvo muy buenas relaciones con China, es seguidor de Trump y odiador de Joe Biden, es algo como que no responde a una lógica geopolítica”.
En el plano local, apuntó, sucede lo mismo, vimos videos de él donde dice que aquí no puede haber reelección, un presidente no se puede reelegir, se puede elegir 80 veces, pero no de forma inmediata, y de repente cambia y resulta que sí.
«No es un político que siga un guion, digamos con cierta lógica, sino que responde muy a las necesidades del momento, no hay una planificación estratégica de políticas públicas y así se desarrolló este modelo”.
Al explicar su visión sobre el escándalo que involucró al asesor de seguridad nacional Alejandro Muyshondt y al diputado de Nuevas Ideas, Erick García, señaló que es algo típico de nuestra cultura política.
En Centroamérica existieron algunos episodios de corrupción, por eso nos decían repúblicas bananeras, no es un mote de casualidad es por lo que hemos visto en Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador” durante años.
Picardo calificó los hechos como una “vendetta política”. Hubo intercambios y se dio este episodio que está en proceso y que no sabemos en qué se va a desencadenar, creo que es típico de un desgaste de más de cuatro años de gobierno de Nuevas Ideas y Bukele, donde empiezan a haber fisuras y puede haber una influencia en las elecciones de 2024.
Obviamente hay gente que termina disgustada, gente que se siente defraudada y bueno ya veremos que dicen las encuestas y los datos electorales, indicó Picardo.
Al abordar la influencia de la economía y el hambre en las elecciones del 2024, el experto aseguró que en una de las ocho encuestas realizadas por ellos “mucha gente se quejaba de la situación económica de la canasta básica, pero decía que estaba bien desde el punto de vista político.
En la actualidad, estimados de organizaciones internacionales indican que hay cerca de un millón de salvadoreños que pueden enfrentar muy pronto la amenaza de una hambruna, ya sea por los efectos del cambio climático o de malas políticas gubernamentales.
Al respecto Picardo sostuvo que “la realidad al final termina pesando, yo creo que cuando la política toca al bolsillo las cosas cambian, el pronóstico de crecimiento del país no es muy esperanzador, la atracción de inversión extranjera es negativa, o sea, afirmó, los indicadores económicos no son buenos”.
“Es posible que la gente resienta los afectos de la macroeconomía y que eso pueda tener algún correlato electoral, una cosa es la emoción, pero otra cosa es la realidad tal cual, está subiendo el precio del petróleo, la guerra de Rusia y Ucrania genera coletazos económicos, entonces el pronóstico es bastante reservado” para 2024, precisó.
Al opinar sobre el gobierno puntualizó que este se centra en la personalidad del presidente. Hay un culto a la figura del presidente, y todos los ministros y actores políticos cuando hablan de cualquier cosa se refieren a él constantemente.
Pese a que las encuestas hablan de un alto apoyo a Bukele, los números lo ratifican, 50 por ciento se mantiene sólido; 30, está menos inclinado y 15 disiente y no el tres por ciento que citan algunos.
El directivo del Instituto de la Gavidia señaló que “hay una maquinaria impresionante de Youtuber, influencer, produciendo contenido favorable que monetiza mucho, tener un canal de youtuber y hablar de Bukele es un buen negocio y hay canales en Dominicana, en Colombia, en Estados Unidos, Bukele es el eje de la discusión en Argentina, en Chile”.
Subrayó que “es una industria muy grande, creo yo que nos cuesta muchos millones y que no sabemos de dónde salen. Eso es lo que ha ido construyendo esto a nivel nacional como internacional”.
Picardo evaluó que 50 por ciento de apoyo sólido a Bukele, le dará una reelección segura, sin embargo, dejó un margen a lo que pudiera pasar en los próximos meses, sobre todo a nivel económico.
Creo que se está generando una situación de mucho miedo. Esa atmósfera lo va a mantener. Dependiendo que tanto golpee la economía habrá que ver si puede haber un desgaste o una caída, afirmó.
No existe una ley mordaza. Creo que hay temor, pero en especial en aquellos con un pasado comprometido, porque es fácil sacarlos y encarcelarlos.
Aconsejaría a mis compatriotas con rumbo a las elecciones de 2024 que “piensen, que hagan el esfuerzo de anteponer la razón a la emoción, a la gente ahora les van a ofrecer de todo, la mitad de las promesas casi nunca se cumplen, la gente tiene que ser un poco más crítica en discernir lo que conviene o no conviene.”
La gente debe no dejarse sorprender por campañas y discursos poco realistas, deben poner los pies sobre la tierra”.
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en El Salvador
